Juan Martín del Potro (N.5), venció, 6-3, 6-4 y 6-2, a Tommy Robredo (N.16), en cuartos de final del Abierto de tenis de Francia, dejando a la Armada española sin representantes en el cuadro final, y jugará su primera semifinal del torneo ante el suizo Roger Federer.
Esta era la segunda vez que el argentino y el español se veían las caras en el circuito ATP. La primera fue un par de temporadas atrás en el torneo Masters de Madrid 2007, que entonces se jugaba sobre superficie dura, y el encuentro se saldó también con victoria del primero por 6-7 (4/7), 6-4 y 6-3. El tandilense, de 20 años de edad, disputará su semifinal nada menos que ante Fed, número dos mundial. Este, que busca su primer título de la única cita del Grand Slam que falta en su palmarés, no enfrentó mayores dificultades para sacar del torneo al último crédito francés, Gaël Monfils, al que tras un primer set parejo venció por un cómodo marcador de 7-6 (8/6), 6-2 y 6-4.
En el court Suzanne Lenglen el primer set entre Del Potro y Robredo comenzó parejo, pero el tandilense logró quebrar el saque del jugador de Hostalric en el sexto juego, para ponerse 4-2 y llevárselo por 6-3 tras 34 minutos en la cancha.
Ya en la segunda manga, las acciones fueron también cerradas al comienzo, inclusive, el sudamericano tuvo que luchar como "gato entre la leña" para no perder su saque en el segundo juego, que pareció interminable.
Después, lograría la inflexión en el quinto game, al ponerse 3-2 tras lograr el break, y con su servicio ganarlo 6-4 en 52 minutos. La tercera manga, que también fue la definitiva, mantuvo la misma tónica de paridad al comienzo, hasta que Del Potro logró el break en el quinto game (3-2), lo que volvió a hacer en 5-2, ganándola por 6-2 en 41 minutos.
El tenista catalán, por su parte, disputó esta jornada por cuarta vez un duelo de esta instancia en París, lo más lejos que ha llegado en la prueba de Grand Slam sobre tierra batida.
La clave de la victoria estuvo sobre todo en el saque del argentino (conectó 14 aces), mucho más potente y eficaz que el del español. Si bien la juventud de Del Potro puede ser un argumento a su favor, esto Robredo (27 años) lo suple con mayor experiencia sobre el polvo de ladrillo, que aunque parezca contradictorio no es la superficie más querida del primero, que en líneas generales jugó mucho mejor con su potente drive.
El encuentro no fue muy vistoso merced a algunas imprecisiones de ambos tenistas, aunque se vieron algunos buenos golpes e intercambios prolongados a lo largo de las dos horas y siete minutos que duró.