Un día, al darle la mano al presidente Perón en el ring side luego de una pelea con Prada, Gatica patentó una frase que quedó en la memoria colectiva: “ Mi general, dos potencias se saludan”. Ese gesto se convirtió en un símbolo de peso que a partir de entonces el peronismo tuvo con el deporte en general y con el boxeo en particular; entre otras cosas, gracias a las numerosas políticas que llevan a cabo.
Sesenta años después de aquel momento, esa relación con el deporte de los puños tiene plena vigencia a través del sindicalismo, el brazo más sólido en el que se asienta el peronismo. Hoy son numerosos los gremios que , económica y/o logísticamente, aportan a la causa del boxeo.
La movida la empezó la UOM en los 70, cuando Lorenzo Miguel y Paulino Niembro (padre de Fernando) organizaban los campeonatos llamados José Ignacio Rucci, en honor al hombre fuerte de los metalúrgicos de la época. Si bien sólo competían trabajadores, se trataba de peleas importantes para la FAB.