La final de la Champions –el tamaño de su gloria, la noción de historicidad– puede medirse en las lágrimas de felicidad de Erling Halland, pero también en las lágrimas de tristeza de Lautaro. El que gana y el que pierde. El olimpo o la frustración. Puede medirse en la satisfacción de Guardiola, el pique corto para abrazarse con sus jugadores, con su cuerpo técnico y con quien se le pusiera adelante, y en la rigidez de Lukaku, perseguido por una maldición que le duró todo el Mundial de Qatar y que se extendió ayer, durante el tiempo en que jugó en el estadio olímpico Atatürk, en la grandiosa Estambul.
En el primer partido oficial que jugaban en toda su historia, el Manchester City le ganó al Inter por una exquisitez del español Rodri, que pasó, en solo un movimiento de su empeine y su cadera, de segunda guitarra en un equipo repleto de estrellas, a protagonista de la noche más importante de la historia de ese club, con origen obrero y un presente bastante alejado de eso.
El dinero que aporta desde 2008 el Abu Dhabi United Group fue un punto de inflexión para el City. Aunque el otro es el que le dio Pep Guardiola, quien acaba de conquistar la tercera Champions de su carrera como entrenador, luego de las dos que obtuvo con el Barcelona. “Si la ganamos entonces dirán que fue porque teníamos mucho dinero, y más tarde dirán otra cosa, y así. Es así. Esto es así”, dijo Pep en una entrevista con Gol. Es así: el City es bastante más que dinero. Y si hay concepto, es porque se lo aporta Guardiola.
Luego de un primer intento fallido ante el Chelsea en la final de la edición 2020/2021, el City conquistó su primera Champions en 129 años de historia. Es su segundo título continental: en la temporada 1969/70 había ganado la Recopa de Europa.
Pero vale más, en las palabras del entrenador, por el “triplete”. Por haber ganado, por primera vez en su historia, la Premier League, la FA Cup y ahora el máximo trofeo continental.
Julián. Aunque siguió todo el partido desde el banco de suplentes, Julián Álvarez definió como “increíble y magnifica” su primera temporada en el City. “Aprendí mucho, crecí mucho como jugador y como persona. Fue magnífica, increíble, se dio todo en muy poco tiempo”, comentó al canal ESPN durante los festejos en Turquía.
“Era un desafío grande venir a otro país, de otro fútbol, pero se dio todo muy rápido en la personal. Por suerte terminamos como todos queríamos”, apuntó el delantero campeón del mundo. Julián sumó tres goles y dos asistencias en diez participaciones a lo largo del torneo.