Sin una liga federal, sin departamento específico dentro de la estructura de AFA, con una Selección sin entrenador y que, luego de ganar la medalla de oro en los Juegos Odesur de Chile 2014, no volvió a jugar un solo partido amistoso –lo que la llevó a ser excluida del ranking de FIFA–, la pelota entre las mujeres argentinas rueda para atrás.
“Estamos muy lejos de lo que pasa en el resto de Sudamérica y no porque no haya buenas jugadoras, sino porque nadie realizó el trabajo como debía. Cuando intentamos proponer ideas en la AFA, la única respuesta que recibimos fue: ‘Si quieren hacer algo, háganlo, pero afuera’”, cuenta la ex jugadora Evelina Cabrera. En 2014, junto a un grupo de amigas, Cabrera decidió fundar la Asociación Femenina de Fútbol Argentino (AFFAR), que hoy nuclea a más de un millón de mujeres en todo el país. Ella es la presidenta. También es la entrenadora de la selección femenina de fútbol para ciegos de Argentina, más conocida como Las Luciérnagas.
Desde Viamonte 1366, en cambio, aseguran que la disciplina está en pleno auge y que cuenta con todo el apoyo de los dirigentes. “Dado que el fútbol femenino está en inminente crecimiento tanto internacionalmente como en nuestro país, desde el departamento de Desarrollo de la AFA hemos establecido un proyecto estratégico para su crecimiento, en el marco de los programas de desarrollo de FIFA (Forward) y Conmebol (Evolución)”, contraataca Luis Castro, gerente del Departamento de Desarrollo de la AFA. Castro detalla que entre 2017 y 2018 Argentina organizará los torneos Sub 14 y Sub 16, y que, en la actualidad, en el país existen dos campeonatos femeninos oficiales en fútbol 11: la Primera A, con 12 equipos, y la Primera B, que se incorporó en la temporada 2016/2017, con 9 equipos. También se practica el futsal femenino, con tres divisiones: Primera, Tercera y Cuarta, que es opcional.
Si bien es cierto que la entidad organiza estos torneos locales, de los mismos participan únicamente equipos de Capital Federal y Gran Buenos Aires, lo que obliga a los del interior del país a jugar en sus ligas regionales, sin aspiración a clasificar a torneos internacionales, como sucede con los que juegan en la liga porteña. “Como la AFA nunca federalizó el fútbol femenino, hay clubes del interior que juegan en Primera División, pero sus equipos nunca pudieron estar en una instancia de Libertadores, por no estar afiliados a la Liga”, explica Cabrera. Sin embargo, para ella, la medida que anunció Conmebol provocará un gran cambio en ese sentido: el organismo que nuclea el fútbol sudamericano obligará, a partir de 2019, a que todos los clubes que participen de torneos internacionales tengan equipos de fútbol femenino. Aunque, a pesar de su satisfacción por la medida, Cabrera advierte: “No se puede concretar si los que deben accionar no lo hacen. No puede ser que las jugadoras tengan que pagar para que las entrenen. En el mejor de los casos, cobran un viático o les dan trabajo. Si queremos crecer, necesitamos políticas serias y no una AFA ausente, como hasta ahora”.