Ni bien terminó su carrera tenística, inmortalizada por su título del 2004 en Roland Garros, Gastón Gaudio tuvo vía libre para darse esos gustos que el deporte profesional le impedía, como irse a esquiar a la montaña o posar como modelo. Pero uno de sus prioritarios anhelos por cumplir fue el de aventurarse en la fotografía, una actividad que siempre lo inquietó y que descubrió hace tres años.