DEPORTES
historias minimas

El primo senegalés de George Weah

default
default | CEDOC

El Southampton perdió la fecha pasada con el Everton. Y con baile: 7-1. Para peor, el plantel quedó diezmado, muchas lesiones, algunas expulsiones. El entrenador Graeme Souness está desesperado. Se viene el Leeds y no se le ocurre cómo armar un equipo por lo menos decoroso. Con evitar otro papelón sería suficiente. Pero ni eso puede garantizar el técnico. Hasta que suena el teléfono con una voz inesperada. Es George Weah, el mejor jugador del mundo. Y lanza una oferta que nadie podría rechazar: “Tengo un primo que jugó en la selección de Senegal y en el Paris Saint-Germain, el año pasado brilló en la segunda división de Alemania y ahora está sin contrato, ¿le interesa?”. A veces la desesperación hace que uno tome decisiones, digamos, apresuradas. Souness hace eso: confía en el destino, en ese llamado providencial, se convence de que esta vez la suerte está de su lado. Y acepta la oferta. Una semana después le iba a caer la ficha: acaba de cometer el peor error de su carrera.

Ali Dia, el primo senegalés de George Weah, se suma al plantel del Southampton a prueba. Tiene un mes para demostrar sus habilidades. En el primer entrenamiento, un viernes por la mañana, se mezcla en un cinco contra cinco. Da lástima. Sus compañeros se convencen de que no pasará la prueba. Pero en los oídos del entrenador todavía resuenan las palabras de Weah. Y decide darle una oportunidad en un partido de reserva ante el Arsenal. La farsa hubiera quedado al descubierto, pero el encuentro se suspende por lluvia. Ali Dia sigue participando. El técnico, acorralado por tantos lesionados, lo convoca para el partido del domingo frente al Leeds. Saldrá a la cancha entre los suplentes. El senegalés al que nadie vio jugar es una alternativa de recambio.

Aquel 23 de noviembre de 1996 ocurre lo que nunca debió haber ocurrido: a los 32 minutos del primer tiempo se lesiona Matt Le Tissier. El delantero es un prócer: debutó en el Southampton hace diez años y ahí está, todavía con la camiseta a rayas verticales rojas y blancas. Cuando abandona la cancha sobre la camilla apenas levanta la cabeza para ver lo imposible: en su lugar va a entrar el primo senegalés de Weah.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Morocho, casi rapado, mirada ingenua, el jugador desconocido entra con el 33 en la espalda. Pero el sueño de Ali Dia, o la farsa de Ali Di, dura un suspiro. Patea dos veces al arco e intenta dar 28 pases, pero solo ocho van a los pies de sus compañeros. A los 40 del segundo tiempo es reemplazado por Ken Monkou. Hasta ahí llega el chiste de Ali Dia. Fueron 53 minutos tan bizarros como inolvidables. Nunca más apareció por el club. Jamás se conoció su destino, tampoco quién se había hecho pasar por Weah, mucho menos la verdadera intención del engaño. Esa tarde Southampton perdió 2-0. Pero ganó. Desde entonces atesora esta maravillosa historia que los hace distintos. O acaso hay otro club de la Premier pueda hacer alarde de que hizo debutar a un jugador amateur.