Los Angeles - Cuando un dirigente de Los Angeles Galaxy quiso resaltar el impacto del fichaje de David Beckham, se refirió a la gran historia del día en Estados Unidos, la propuesta de enviar más tropas a Irak.
"(La Secretaria de Estado) Condoleeza Rice estaba compareciendo en el Congreso", narró Timothy J. Leiweke, presidenet de AEG, empresa propietaria del club. "(Los programas de noticias) Interrumpieron eso para dar la noticia del fichaje de Beckham".
Para un país en el que casi todas las noticias son muy serias en las últimas semanas, la llegada de la mayor superestrella mediática del fútbol mundial fue una gran diversión.
Desde la primera página de "The New York Times" hasta los programas de variedades en la televisión, las informaciones y c omentarios sobre Beckham representan la mayor fiebre de fútbol que jamás se despertó en Estados Unidos.
Sin embargo, nadie mostró mayor satisfacción que los presentadores del Fox Soccer Channel, el canal por cable que durante años fue casi el único que transmitió el deporte más popular del mundo.
Sin poder apenas contener la emoción, uno de sus conductores declaró el viernes "el día de Beckham", y agregó que debía ser declarado un día de fiesta nacional.
Probablemente, el conductor exageraba un poco, al menos por el momento. En un país todavía dominado por deportes como el fútbol americano, el baloncesto, el béisbol y el hockey, muchos estadounidenses son incapaces de distinguir por la calle a David Beckham de Franz Beckenbauer.
"Ni idea de quién es", afirmó una mujer en el centro de Los Angeles cuando le mostraron la fotografía de la fotogénica estrella. Otra mujer tampoco reconoció al jugador, pero algo más le encendió una luz.
"Espere un momento", dijo. "¿Esa es Posh, verdad?". La mujer se refería a la foto de Victoria Beckham que estaba al lado de la del futbolista. La mujer del jugador se hizo famosa como Posh Spice, su papel en el antiguo grupo musical Spice Girls. "Sabía que estaba saliendo con él o algo así, pero nunca pude distinguirlo", agregó la mujer.
La atención de todos los medios se centro en el miembro de la pareja que lleva pantalón corto, pero la condición de celebridad de
Victoria fue tomada como algo añadido.
Beckham reconoció que los atractivos de la capital del "Show business" fueron importantes a la hora de decidir trasladar la familia de Madrid a Los Angeles, donde el futbolista reconoció que habrá "infinidad de oportunidades" para su mujer.
Sin embargo, el jugador agregó que su esposa asegura estar muy contenta con su carrera como diseñadora de moda, y que no piensa retomar la rama musical.
"Creo que Victoria está contenta con lo que hacer ahora. Tiene su propia línea de ropa con los pantalones, las gafas de sol y los perfumes".
Beckham y sus nuevos jefes en el Galaxy insistieron que, a pesar de todo lo que implica un fichaje de estas características, la
primera intención es ganar partidos sobre el césped. Ambas partes rechayaron que a los 31 años, después de haber sido marginado por la selección de Inglaterra y el Real Madrid, Beckham sea una fuerza en declive en el ocaso de su carrera.
"Llega aquí en la cúspide de su carrera", afirmó el entrenador Frank Yallop. "Va a marcar diferencias dentro y fuera del estadio". Yallop reveló que situará a Beckham en el eje del centro del campo para maximizar su implicación en los partidos, en lugar de su habitual lugar en la banda derecha.
"La gente debe entender que esto es, en primer lugar y sobre todo lo demás, un fichaje futbolístico", afirmó Leiweke. "Su prioridad es mejorar este equipo. Esperamos que David Beckham llegue aquí para ser un jugador importante. Pero también va a atraer muchos espectadores, una base de hinchas y una intensidad que jamás tuvimos".
Esa "intensidad" se hace sentir ya. Según el manager general del club, el ex futbolista Alexi Lalas, en las 24 horas posteriores al anuncio del fichaje se vendieron 2.000 abonos para toda la temporada.
La emoción se notó también entre los futuros compañeros de equipo del inglés. "Creo que todavía es un gran jugador. Pero en términos de marketing es un sueño hecho realidad", afirmó Landon Donovan, el "chico de oro" del fútbol estadounidense que ahora jugará contra uno de los grandes iconos mundiales.
Otra leyenda del deporte del país, Kobi Jones, descartó que los enormes ingresos de Beckham, que según algunos cálculos podría sumar lo mismo que todos los demás futbolistas de la liga estadounidense (MLS) juntos, pudiesen originar problemas en el vestuario.
"Es una superestrella. Yo me dedicaré a recoger cualquier cosa que se le caiga de los bolsillos", sentenció.