Ocho días internadas en el desierto de Sahara, con la única orientación que puede concederles una brújula, un mapa y la puesta del sol. Una aventura que de la que participan sólo mujeres de todas las nacionalidades y de todas las profesiones, conduciendo motos, camionetas 4x4 y camiones alrededor de 14 horas diarias. Una competencia llamada Rally de las Gacelas , que tiene los mismos condimentos del Rally Dakar -que a principios de este año se corrió por primera vez en la Argentina-, que se realiza hace más de 10 años, pero que en su edición 2009, por primera vez, con la participación de una argentina: Silvina Brugiavini de Piñeiro.
Perfil.com habló con esta porteña de 43 años, que hace tres vive en Rabat, Marruecos, junto a su marido diplomático y sus cinco hijos. Es, por caso, la primera vez que participa de una aventura de tales características, conduciendo una camioneta 4x4, junto a una copiloto francesa, Stephanie Fenestraz, con quien conformó el equipo 194. “ Terminamos primeras dentro de los equipos residentes en Marruecos; terceras dentro de los 85 equipos que participaban por primera vez; y en el puesto 19 en la clasificación total”, cuenta Silvina. Y agrega: “Estamos muy contentas con el resultado, ya que había muchos equipos que tienen en su haber varias participaciones en este y otros rallys, y la experiencia siempre es una gran ventaja”.
- ¿Cómo fue que te enganchaste en este campeonato?
- Cuando llegué a Marruecos, hace casi 3 años, escuché hablar del Rally de las Gacelas. Me encantó el concepto y, sobre todo, el lugar donde se corre. El sur marroquí tiene paisajes increíbles y supe que era un proyecto para atacar. Busqué la forma de participar y este año las condiciones se reunieron.
- Contame en qué consistió la competencia.
- Es un rally sólo de mujeres, profesionales o amateurs, y consiste en realizar la mayor cantidad de CP (check points) en la menor cantidad de kilómetros, navegando con los elementos más básicos: mapas que tienen mas de 40 años y una brújula; sin GPS ni teléfonos. Es un rally donde se combina la capacidad de la navegadora para orientarse y hacer los cálculos necesarios para llegar de un punto a otro, de la manera más directa, y con una buena técnica de manejo de 4X4 para atravesar distintos tipos de terrenos: dunas, feshfesh (que es esa arena mezclada con polvo y donde el terreno es muy blando, las huellas se hacen profundas, y el polvo no permite ver con claridad el camino, que es lo que pasó este año en el Dakar); piedras de todo color y tamaño, barro, montañas, campos, etcétera. No hay caminos trazados, cada equipo traza su camino según su criterio, y para poder hacer la mayor cantidad de CP ¡hay que acelerar ! Cada CP no pasado son puntos de penalidad en kilómetros que se acumulan.
- ¿Cuántos kilómetros anduvieron?
- Alrededor de 3000 kilómetros, pero esto no quiere decir nada porque hay momentos donde el CP puede estar a solo 45 kilómetros, pero el terreno no permite ir a mas de 10 km/h y hay que adaptar el auto a los distintos tipos de suelo, inflando y desinflando ruedas, midiendo cada 100 metros la dirección, y encontrar el CP, que materialmente es una banderita colorada bien escondida: se puede tardar 4 horas o todo un día en encontrarla.
- ¿Qué fue lo más duro de la prueba?
- Mantener el espíritu de competencia, cuidando el auto, cuidándose a sí misma y a la compañera; la concentración durante más de 14 horas por día; soportar el calor, el casco, el polvo y, lo más importante, mantener el buen humor. Para nosotras fue la clave: teníamos en claro que queríamos un buen resultado, nos gusta la competencia, pero más importante que eso era hacer una experiencia positiva.
- Suele pensarse que se trata de una actividad para hombres, ¿realmente influye el género en este tipo de competencias?
- Ese discurso creo que corresponde más a otra época. Hoy se sabe que tanto hombres como mujeres tienen la capacidad de realizar las mismas tareas, cada uno a su manera pero con el mismo resultado. Es evidente que para cambiar la rueda de una 4X4, que son pesadísimas, puede resultar más complicado para una mujer, pero no todo es cuestión de fuerza.
- ¿Qué dice tu familia acerca de tu interés por el rally?
- Mis hijos están muy orgullosos, me acompañaron y sufrieron conmigo la búsqueda de los sponsors. El tema del rally se instaló en la familia y creo que se dieron cuenta lo importante que es proponerse algo y lograrlo, además del trabajo en equipo y el placer de hacer las cosas a fondo. Mi marido me conoce hace 22 años, respeta mis pasiones como yo las suyas. Las experiencias de cada uno son enriquecedoras para todos.
- ¿Te gustan los fierros en general? ¿Siempre te gustó o es algo nuevo?
- Me gusta la aventura, la competencia, la naturaleza. Los autos me gustan por lo que me permiten sentir y hacer. No me enamoran los filtros de aire, ni me emociono al controlar los niveles, pero son un medio.
- ¿Cuál fue, para vos, lo más impactante de esta experiencia?
- Me impactó descubrir la fuerza del verdadero trabajo en equipo, la importancia de dejar espacio para que el otro se exprese y se sienta en confianza. La confianza en uno mismo.
- ¿Volverás a correr?
- ¡Claro! Antes del Rally de las Gacelas del próximo año, tengo el Akrika RACE, que se corre a fin de año entre Marruecos, Senegal y Mauritania. Es otro estilo de rally, es de velocidad y mixto.
*Redactora de Perfil.com
