Melbourne (dpa) - El tenis recibió hoy su primera sacudida de 2007 cuando el estadounidense Andy Roddick derrotó al suizo Roger Federer en la final del torneo de exhibición de Kooyong, preparatorio para el Abierto de Australia que arranca el lunes.
En otras épocas, poco tendría de extraño que el número seis del mundo derrotase al número uno. Pero esta vez es muy diferente: Roddick sólo había ganado a Federer en una ocasión en sus 13 enfrentamientos anteriores, y aquel triunfo databa de 2003.
Además, Federer lleva tres años dominando hegemónicamente el tenis mundial. En 2006, por ejemplo ganó 92 partidos y sólo perdió cinco, el primero de ellos a finales de febrero.
Con su triunfo hoy por 6-2, 3-6 y 6-3, Roddick pareció abrir una puerta a la posibilidad de que Federer vea amenazada con más frecuencia su aura de imbatibilidad. A punto estuvo de conseguirlo en la Copa Masters de 2006, su último choque hasta el de hoy, cuando el suizo tuvo que salvar tres pelotas de partido antes de derrotar al estadounidense.
Roddick intentó tomarse el triunfo con cautela, y recordó que el torneo de Kooyong es de exhibición. "En realidad (la victoria) hay que conseguirla en un gran escenario", afirmó.
"Pero dicho eso, es bonito, mi juego va bastante bien. Siento que llego bien al Abierto de Australia. Mis restos están funcionando bien, y eso me dará posibilidades de breaks".
El choque, que duró 1:20 horas, se disputó bajo un fuerte viento, que Roddick fue capaz de manejar a su favor con su potente servicio. "Las condiciones fueron duras. Estuvimos viendo otros partidos antes y vimos cómo iba a ser. Tenía su truco, pero los dos intentamos aprovecharlo lo mejor posible".
Federer no se marchaba derrotado de una cancha desde hacía 31 partidos, cuando perdió en Cincinnati en agosto de 2006, pero aseguró que tiene la confianza intacta.
"Estoy listo para el Abierto de Australia, y así es exactamente como quería sentirme tras este torneo. No pude ganarlo, pero tuvimos algunos partidos entretenidos esta semana", aseguró.
"Las condiciones fueron difíciles, porque cuando el viento sopla es difícil devolver el saque de Andy. Pero estoy contento con cómo salió todo. Andy consiguió el break decisivo al final, pero el partido fue bueno", sentenció.