Ni siquiera Nicolas Sarkozy se lo quiere perder: el presidente de Francia confirmó su presencia en el Mundial de esquí alpino en la localidad francesa de Val d'Isère, donde los fans locales esperan que Jean-Baptiste Grange dé al país la primera medalla de oro en ocho años.
La gran esperanza local de medalla es Grange, favorito para llevarse el oro en esa disciplina. El francés no llega en su mejor momento, pero es el actual líder en la clasificación de la Copa del Mundo de slalom. Grange no pudo terminar dos de las últimas cuatro carreras de la Copa del Mundo y el último slalom que ganó fue el 6 de enero.
Francia volvió a acoger un Mundial de esquí alpino 47 años después con la amenaza de que el viento desluzca tan importante acontecimiento. La meteorología parece haber dado una tregua. Los organizadores del evento espera recibir unas 200.000 visitas, que cuentan con entrada gratis a las instalaciones. Hasta el 15 de febrero participará en este torneo la cifra récord de 504 atletas provenientes de 73 naciones.