Si algo faltaba para confirmar la floja actuación que tienen los tenistas argentinos en la actualidad, – salvo el espectacular regreso de Guillermo Cañas, la promesa de Juan Martín del Potro y la actuación colectiva de la Argentina en Copa Davis – fue el momento amargo que “padeció” Gastón Gaudio en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club esta noche.
Una estruendosa silbatina acompañada por un fuerte abucheo cayó como un telón por su mala actuación – y hasta desgano de jugar - al perder en forma contundente por 6-1 y 6-1 frente al español Rubén Ramírez Hidalgo.
Gaudio, volvió a ser humillado más por sus bajjas condiciones que por un sorprendido Ramírez Hidalgo, a quien le bastó con devolver la pelota y ponerla en dominio rival como único esfuerzo para un trámite que le demando apenas una hora.
El de Temperley, que mañana cerrará su participación en la fase de grupos enfrentando al italiano Alessio di Mauro, aunque ya sin chances, deambuló por la cancha sin confianza y en nada se pareció al que en 2004 ganó Roland Garros.
Se puede resumir su actuación de Gaudio con una frase: no hizo nada. Y el mismo, en conferencia de prensa, reconoció su pésimo momento al decir que para que las cosas le salgan mejor hace falta "un milagro".
La conducta displicente de Gaudio provocó la reacción del público que lo despidió con un coro de silbidos, algo extraño en una cancha de tenis e inédito en nuestro país, más aún tratándose de un tenista local.
Por otra parte, Juan Ignacio Chela, Diego Hartfield y Martín Vasallo Argüello mantuvieron vivas sus esperanzas de arribar a los cuartos de final (ver nota vinculada).
