Virtud para aprovechar las deficiencias de su rival, fue lo que tuvo Godoy Cruz para obtener su primer triunfo en el campeonato por 3-1, frente a Independiente. Mauro Poy, Hernán Buján y Diego Villar convirtieron para el conjunto mendocino, mientras que el Rolfi Montenegro descontó para el equipo de Avellaneda.
En un partido que se presentaba sencillo para Independiente, los dirigidos por Jorge Burruchaga no supieron concretar en los momentos justos, para comenzar a hilar una victoria que, a priori, parecía evidente.
De la mano de Montenegro, Germán Denis y Rodrigo Díaz –volvía después de cuatro fechas de suspensión-, los diablos generaban confusión en la defensa del recién ascendido. Pasados los quince minutos, El Rolfi, después de recibir la pelota de Vladimir Marín, sacó un terrible remate cruzado de afuera del área, que reventó el palo derecho del guardameta local, Sebastián Torrico.
De esta manera el Rojo se postulaba como dominador del juego. Sin embargo, cuando parecía que el gol de Independiente estaba al caer, sorprendieron los locales, que tras una gran jugada abrieron el marcador a los 38 minutos de la primera mitad.
Luego de una doble pared de Diego Villar con Enzo Pérez, la pelota le llegó a Mauro Poy, que de media vuelta conectó un remate abajo, a la derecha de Oscar Ustari, inatajable: 1-0 para los dirigidos por Juan Llop. Así se cerraba el primer tiempo.
En la segunda mitad, Independiente otra vez parecía estar bien parado en la cancha, pero igual que en los primero 45 minutos, no encontraba vías claras para convertir. Esto hizo que la Tomba se decidiera a tomar las riendas del partido.
Y a los 6 minutos, el número 17 del Godoy Cruz, Buján, conectó un centro en el área chica que, a primera vista, resultaba fácil para la defensa diabla. Sin embargo Leandro Gioda se resbaló, lo que posibilitó que el jugador local marcara el 2-0. Mendoza deliraba de alegría.
Ahí el Rojo se desconcertó. Perdió toda tipo de ideas futbolísticas. Encima, para más males, David Abraham quiso salir jugando, cuando Poy se la robó para luego habilitar a Villar, que no tuvo más que empujar la pelota al fondo del arco: 3-0, goleada inexplicable.
Los Diablos, con más fuerza de voluntad que juego salieron al campo rival. Y después de una escapada del delantero, Ismael Sosa –había entrado por Sergio Orteman-, Juan Pablo Pompei cobró penal, después de que el juvenil de Independiente fuera volteado en el área.
A los 22 minutos de la etapa final, luego de que el arquero Torrico tapara de manera espectacular el tiro penal del Rolfi, éste mismo encontró el rebote para poner el descuento de los de Avellaneda: 3-1.
No había más tiempo para nada. Independiente buscaba acortar diferencias mediante centros –Torrico volvió a tapar de forma fantástica un cabezazo de Denis-, pero las cosas estaban dichas. Ganó el equipo mendocino que, de esta manera, obtiene su primer triunfo en el campeonato y empieza así, a soñar con la posibilidad de quedarse en primera división.