La Liga del Potrero es un programa creado hace tres años por Fundación Boca Social con el fin de integrar, a través del fútbol, a equipos de villas y barrios de Capital Federal y del Gran Buenos Aires. Y la gran novedad de la edición 2018 que acaba de concluir fue la incorporación de la rama femenina.
Fueron 22 los equipos y más de 350 jóvenes las que participaron de este primer torneo femenino, que tuvo como premio mayor jugar la gran final en la Bombonera, el Día del Hincha de Boca, el pasado miércoles 12. Algo que va a quedar por siempre en los corazones de las chicas de Deportivo Unión de Capital Federal que derrotaron a Club Social y Deportivo Robles de Exaltación de la Cruz en la categoría infantil, como en las de Vencedores de Capital Federal que triunfaron en la final de la categoría juveniles a las de Polideportivo Anexo de Garín.
“Nuestro objetivo primordial es acompañar a través de la práctica deportiva la vida educativa, personal y familiar de las jugadoras, fomentando valores. Por suerte, después de una ardua búsqueda que hicimos por barrios y villas de Capital y del GBA, armamos 22 equipos, lo que nos llena de orgullo por tratarse del primer año de la competencia en la rama femenina”, cuenta Marcelo Dehl, director ejecutivo de la fundación, antes de referirse al equipo que representó a la ONG xeneize. “Para armar el plantel, los integrantes de la fundación fueron convocando chica por chica, hablando con cada familia para contarles el proyecto que se estaba gestando. Nos costó mucho pero armamos un gran equipo tanto dentro como fuera de la cancha”, explica.
Boca Social lleva adelante el programa y posibilita la competencia a través de una gran estructura administrativa que destina para tal fin. Además, aporta para la contratación de los seguros que requiere un torneo de fútbol de jóvenes, el traslado de los equipos, los materiales deportivos necesarios, el servicio de médicos/socorristas para las jornadas deportivas, los árbitros y demás necesidades que puedan surgir durante el desarrollo de la competencia.
En otros aspectos, la fundación cuenta con el acompañamiento desde diversos frentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de EIR Soccer, una ONG danesa que vuelve a la “liga” un torneo por los Objetivos de Desarrollo Sostenible al formar a los equipos para que enseñen sobre los objetivos de la ONU a través del fútbol. Además, también brindan apoyo financiero la Embajada de Dinamarca en Buenos Aires, Arla Food Ingredients y Lone Lighthouse.
De esta forma, a través del deporte, las chicas aprenden y comparten esos objetivos tan importantes que funcionan como un llamado a la acción para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad de género y social, y hacer frente al cambio climático.
Para estas mujeres, la primera motivación es jugar para poder competir. Por eso en cada jornada se les dan charlas para que puedan liberarse de sus problemas personales. “Buscamos que puedan encontrarse con el deporte, específicamente con el fútbol, como herramienta para el desarrollo y la integración sociocomunitaria”, concluye Dehl.