El gol con la mano logrado por Ariel Ortega, que definió el 1 a 0 de River sobre Quilmes, generó una serie de incidentes protagonizados por jugadores y público del local y que tuvieron como blanco al árbitro Daniel Giménez.
Al término del partido, un grupo de jugadores y el técnico de Quilmes, Alberto Fanesi, golpearon la puerta del camarín del árbitro. Giménez relativizó el episodio y se limitó a decir que informará "al Tribunal de Disciplina de lo sucedido"; en cuanto a la jugada del gol aseguró que lo convalidó porque para él "la pelota rebotó casualmente en el brazo de Ortega".
"Lo único que le dijimos al árbitro fue que por la noche mirara la televisión y se diera cuenta del error", expuso Fanesi. Y agregó: "También me llamó la atención que antes del partido me pidió disculpas por haber echado mal a González Bordón contra Godoy Cruz. Creo que hay que revisar el tema de los arbitrajes en el fútbol argentino. Cuando un jugador se equivoca se lo para y los árbitros se equivocan demasiado".
Sobre la misma jugada, el arquero Damián Grosso subrayó: "Tuve que contenerme para no pegarle a Giménez. Da bronca perder así, en una jugada en que la mano es tan clara".
El cuestionado gol de Ortega también desató la ira del público local, que intentó ir a buscar a los hinchas de River, pero la intervención policial lo impidió.
Los hinchas de Quilmes debieron quedarse en el estadio hasta que se fueran los de River y, ya despejada y asegurada la zona, pudieron retirarse del lugar.
Fuente: Télam