La interpretación numérica de la campaña de Independiente es regular: ganó 11 de los últimos 15 puntos que disputó, y mantiene cierta expectativa, a cuatro unidades del puntero. La interpretación futbolística, en cambio, es lamentable: no logra volumen de juego, las individualidades no despegan y por eso termina abusando del pelotazo a Germán Denis. Entonces ocurre lo que ocurrió anoche: empató y no gustó.
Martín Benítez volvió a ser titular, pero fue intrascendente. Jesús Méndez también volvió, pero estuvo lejos imponer su presencia en el mediocampo. Denis, que ya estaba, padeció todo eso. El único que marcó cierta diferencia fue, como de costumbre, el Cebolla Rodríguez.
El primer tiempo fue de los arqueros. Tampoco es que hayan tenido demasiado trabajo, pero sí respondieron cuando los exigieron. En la primera acción de riesgo en el arco de Independiente, Campaña atoró a Parnisari dentro del área chica y mantuvo el cero. Fue una de esas jugadas en que hay rebotes, pifies, algo de fortuna y los defensores no pueden sacar la pelota de la zona caliente. En medio de ese enjambre, le quedó al jugador de Olimpo, que intentó definir pero lo achicó el arquero.
Minutos después, fue el turno de Nereo Champagne, el otro arquero: metió una volada oportuna en el área chica justo para sacársela del buche a Denis. La reacción también generó adrenalina: Campaña, otra vez, se tuvo que jugar la vida para que Amoroso no pueda definir.
El ingreso de Leandro Fernández por Benítez le dio mayor profundidad a las llegadas del Rojo. De todos modos, el segundo tiempo se fue esfumando en la intrascendencia. Y así, con un intento a pura voluntad en los minutos finales, el equipo de Pellegrino se quedó con un punto que refleja la impotencia para generar situaciones claras. Que el arquero Campaña haya salvado el cero en tres ocasiones es una muestra. Los silbidos de los hinchas, también