Los festejos de la obtención de la Copa del Rey por parte del Real Madrid estuvieron signados por un blooper que seguro se convertirá en una anécdota que será recordada por años en España: a Sergio Ramos se le cayó el trofeo en plena euforia por el triunfo ante el Barcelona y el preciado objeto terminó debajo de las ruedas del ómnibus que trasladaba al equipo.