El court 18 del circuito de Wimbledon tiene pequeñas tribunas y apenas un centenar de espectadores, casi todos parados, pueden ver el partido. Pero hoy esa cancha alejada del estadio donde Federer y Nadal se encargan hoy de escribir la historia grande del tenis, el francés Nicolas Mahut y el lungo norteamericano John Isner escribieron la suya. No por grandes triunfos, sino por una resistencia y perseverancia nunca vistas desde que existe este deporte.
Empatados en 47 games en un interminable quinto set, el partido registró ¡500! minutos de juego (8 horas y 20 minutos), todo un récord para el tenis. El match con más puntos jugado hasta hoy fue protagonizado en 1980 en la final de este mismo certamen sobre cesped por dos leyendas del tenis: el sueco Bjong Borg y su archirrival John McEnroe.
Mientras que el partido más largo en la 'Era abierta' del tenis (desde 1968) había sido disputado en Roland Garros 2004 por los galos Maurice Santoro y Arnault Clement: 6 horas y 33 minutos. Vicki Nelson y Jean Harper ostentaban el récord hasta ese entonces. En Roland Garros de 1984 aguantaron un peloteo de 6 horas y 31minutos. Y un punto tuvo el record de 643 golpes.
Guillermo Salatino, periodista ultraexperimentado en tenis, le comentó desde Wimbledon a Perfil.com que en su vida nunca vio algo igual. “Es rídiculo. No se puede creer. El árbitro tenía que haber parado el partido. Esos tipos se van a morir”, criticó 'Salata'. Más allá de la duración, 'Salata' considera que la salud de los deportistas no está en peligro. "Hay médicos al costado de la cancha y si los necesitan, los piden. Pero no pasó", explicó.
El periodista, que ha sido protagonista de decenas de Grand Slams y Copa Davis, dijo que “no tiene sentido” que jueguen tantas horas. “ Esto no existe, no es tenis. No sé, es un megathlon a ver quién aguanta más”, continuó Salatino vía telefónica. Estaba indignado por lo que asistía. “No puede ser que estos chicos esten más de 9 horas en una cancha de juego. Ni la computadora podía seguir. Esto superó a Bill Gates”, remató el periodista de Fox Sports.
Sin embargo, el reglamento del torneo indica que un partido sólo se posterga por malas condiciones climáticas u otro hecho excepcional o cambio de agenda por fuerza mayor.
Hasta la victoria siempre. A las 11.11 hora de Londres (7.11 de la Argentina) comenzó el match entre Isner, 23 preclasificado y 19º del ránking de la ATP y Mahut, sin preclasificación y 148 del mundo. Se habían enfrentado solo una vez, en la segunda ronda del torneo londinense de Queens, preparatorio para Wimbledon. Pero en esa ocasión, a Mahut le bastó una hora y 12 minutos para superar a su rival.
Los primeros cuatro sets transcurrieron con total normalidad. Isner ganó el primer y tercer set (6-4, 32 minutos y 7-6 en 49'), mientras que Mahut se quedó con el segundo y cuarto (6-3 en 29 minutos y 7-6 en 1 hora y 4'). En el quinto, el tiempo pareció haberse detenido, aunque los dos tenistas seguían pelotazo contra pelotazo durante largas horas. Isner se veía un poco más cansado, pero igual aguantó. Mahut se mostraba como si nada hubiera pasado. Corría todas.
De hecho, cuando igualaban 50 a 50 (16.10 de la Argentina), el marcador electrónico se “descompuso” y volvió a cero. En realidad, estaba programado hasta esa cifra, porque nadie podría sospechar que dos seres humanos podrían jugar un quinto set hasta medio centenar de games.
El público, siempre de pie, se renovó varias veces y el juez de cancha se reía cada vez que los jugadores cambiaban de lado. Anochecía en la capital británica y Mahut e Isner seguían ahí. La noticia del récord se multiplicó por lo televisores de bares y oficinas de todo el planeta y el partido por el Mundial entre Alemania y Ghana quedó por un rato en un segundo plano.
Pero cuando el sol se fue de Wimbledon el juez del partido decidió suspender el encuentro por falta de luz y el partido continuará mañana. El resultado del quinto set estaba clavado en 59 a 59. La planilla de este partido batirá todas las estadísticas.