Néstor Kirchner era un jugador de básquet frustrado, pero sobre todo un fanático de Racing . El ex presidente nunca ocultó su pasión por la Academia y siempre se mantuvo al tanto de los problemas del club. Incluso llegó a tener una polémica bandera con su nombre en manos de la barra, en momentos en que se hablaba de una posible reelección para el período 2007-2011.