La era del sufrimiento parecería haber terminado. Las tres finales perdidas, el rendimiento ciclotímico y el equipo que no se acoplaba con Messi ya son parte del pasado. Hasta la suerte se puso de este lado. El partido del viernes ante Uruguay fue una prueba: sin jugar bien y con Leo en el banco de suplentes, el equipo de Scaloni se quedó con tres puntos que no merecía, pero que resultaron determinantes para asegurar la clasificación.
Ahora viene Brasil, el martes a las 20 en San Juan. Si bien es un rival complicado, que lidera la eliminatoria y es el único que ya sacó pasajes para Qatar, Argentina tiene posibilidades de confirmar su presencia en el próximo Mundial. Debe ganar, por supuesto, y esperar que Uruguay no le gane a Bolivia, que Chile no derrote a Ecuador o que Colombia no se imponga ante Paraguay.
La Copa América marcó un quiebre. Cuando Messi alzó el trofeo el 7 de julio en el Maracaná destrabó 28 años de frustraciones y cambió el paradigma. A Leo se lo ve relajado, Di María la rompe y convierte golazos, Romero es el mejor central de la historia y el Dibu Martínez es el Pato Fillol de este siglo.
“Hay partidos donde se necesita dar un salto como equipo. A veces no se puede jugar bien por lo que propone el rival y hay que adaptarse. Creo que hicimos eso y es una señal importante y buena para nosotros como equipo”, dijo Scaloni después del ajustado triunfo ante Uruguay.
El entrenador también confirmó que Messi, quien el viernes sólo jugó los últimos 20 minutos “para entrar en ritmo” tras un parate por lesión, será titular ante Brasil. “Cuando digo que entra uno y sale otro y el equipo no se resiente lo digo por esto: hay veces que el rival te impide que juegues bien pero las ganas de los chicos son superiores a cualquier cosa y me enorgullece tenerlos”, sostuvo.
En total, Scaloni lleva 37 partidos al frente de la Selección y sumó 24 triunfos, 9 empates y 4 derrotas. El último partido que perdió la Albiceleste fue ante Brasil, en el marco de las semifinales de la Copa América 2019. Si mantiene la racha sin derrotas, que hasta ahora suma 26 partidos, hasta el final de las Eliminatorias, podría alcanzar la marca de invictos al frente de la Selección Argentina que tiene Alfio Basile, con un registro de 31 encuentros entre 1991 y 1993.
De regreso. En la madrugada del sábado la delegación argentina retornó al predio de AFA en Ezeiza donde descansó. El entrenamiento vespertino fue regenerativo para la mayoría de los jugadores y más intenso para aquellos que no tuvieron acción o lo hicieron pocos minutos ante Uruguay.