Sebastián Crismanich, portador de un apellido ligado al taekwondo en la ciudad de Corrientes, consiguió la primera medalla de oro para la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Londres.
Nacido en Corrientes el 30 de octubre de 1986, el ahora medallista olímpico comenzó a interesarse por las artes marciales a los siete años y no por iniciativa propia, sino por las ganas de estar cerca de su hermano Mauro. “Empecé porque mi hermano hacía taekwondo y quería estar con él. En ese momento, yo practicaba fútbol, que era lo que más me gustaba. Sinceramente, no tenía carácter para un deporte de combate”, contó Sebastián en la previa de los Juegos. La pasión de los hermanos Crismanich fue heredada de Daniel, su padre, quien también practicaba artes marciales.