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FIFAGATE

La ruta de las coimas nace en Burzaco

El ex CEO de Torneos involucró a decenas de dirigentes. Ayer lo hizo con Luis Segura, quién se habría alineado al sistema de sobornos tras la muerte de Grondona. En la AFA actual se desligan.

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El ex CEO de Torneos involucró a decenas de dirigentes. Ayer lo hizo con Luis Segura, quién se habría alineado al sistema de sobornos tras la muerte de Grondona. En la AFA actual se desligan. | S.U.
Desde el martes, cuando empezó a declarar en el juicio del Fifagate en los tribunales de Brooklyn, la boca de Alejandro Burzaco se convirtió en un arma. Y cada palabra que dice ante el fiscal estadounidense Samuel Nitze es una bala que impacta o roza a muchas personas vinculadas en el meganegocio del fútbol. “Pero Burzaco le está tirando a los muertos”, le dice a PERFIL uno de los dirigentes más importantes de la AFA. Muertos en el sentido estricto de la palabra, como Julio Humberto Grondona, o muertos políticos, como el ex presidente de la Conmebol, Juan Angel Napout, o los ex titulares de las confederaciones de Brasil (José María Marín) y Perú (Manuel Burga). O incluso el ex presidente de AFA, Luis Segura, al que ayer le tocó su turno.

Cada día que habló, Burzaco se encargó de demostrar que conoce como nadie el entramado de corrupción que fue tejiendo, junto al menos 41 personas más, en el fútbol internacional. “Ellos usaban palabras clave, cuentas bancarias escondidas por todo el mundo, empresas fantasma, contratos falsos”, contó Keith Edelman, uno de los abogados asistentes del distrito Este de Nueva York, cuando intentó resumir el modus operandi de los tres acusados en el juicio que comenzó esta semana –Napout, Marin y Burga– y del sistema que pergeñaron dirigentes y empresarios desde que la televisión es una pieza central del negocio.

Pero el testimonio de Burzaco también hirió a muchas personas indirectamente vinculadas al cobro o pago de coimas. Los hijos de Grondona –fallecido en julio de 2014, antes de que estallara el escándalo de corrupción– son un ejemplo de esto: “Que Burzaco no vuelva, creo que en Sudamérica no va a poder caminar”, lanzó Humberto Grondona esta semana. Menos retórico fue Burga, el expresidente de la Federación Peruana de Fútbol, que le habría hecho a Burzaco el típico gesto de “corte de garganta” en la sede judicial. Por ese gesto se podría abrir una nueva investigación judicial. El abogado del peruano, mientras tanto, intenta diluir esa posibilidad: aseguró que su defendido se estaba rascando el cuello porque sufre una dermatitis.  

Casi como si hubiera escuchado la amenaza explícita del hijo de Grondona, el fiscal Nitze inició ayer un diálogo que terminó con Burzaco llorando:

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—Aún con su hermano en una posición de poder, ¿es seguro para usted volver a Argentina? –le preguntó Nitze.

—No –respondió Burzaco.

—¿Quiere volver a su casa algún día?

—Eso espero.

—¿En Estados Unidos puede ver sus hijos cuando quiere?

—No.

El “no” de Burzaco se cortó con un llanto.

No fue la primera vez que Burzaco lloró entre las paredes elegantes de madera del tribunal neoyorquino. Lo había hecho el miércoles, luego de que su testimonio originara un hecho impensado: el suicidio de Jorge Delhon, un abogado del programa Fútbol para Todos al que Burzaco había nombrado, junto al ex coordinador general de FpT, Pablo Paladino, como los receptores de una coima para que su empresa siguiera en la producción de los partidos de la Primera B Nacional.  

Grondona post mortem. Burzaco describió ayer cómo era la operatoria de sobornos a los diferentes presidentes de las asociaciones de los países que integran la Conmebol. Le agregó detalles a lo que había contado días anteriores. Las coimas eran para asegurarse de que Torneos tenga los derechos exclusivos de la Copas Libertadores y Sudamericana. Aunque lo más relevante de su declaración es que debió explicar esa operatoria luego de la muerte de Grondona, porque era él quien supuestamente estipulaba los términos y condiciones de ese arreglo. “Creía que con Grondona muerto, Torneos y yo habíamos quedado huérfanos”, le dijo Burzaco al fiscal Nitze. Y agregó: “Conté todo el esquema de cómo distribuir las coimas que Grondona solía recibir entre todos los ejecutivos de la Conmebol que recibían sobornos en aquel tiempo, octubre de 2014. Además, ellos resolvieron quién recibiría dinero y cuánto cobraría Luis Segura como el nuevo presidente de la AFA, porque Segura ya me estaba preguntando cuánto había para él”. El jueves, antes de esa declaración, Segura fue taxativo: “Pongo las manos en el fuego sólo por mí. Niego haberle pedido o recibido un peso de Burzaco o de Torneos y Competencias”.

Mientras tanto, en esta AFA post crisis, sobrevuela cierto temor de que las palabras de Burzaco lleguen hasta nombres y apellidos con mayor vigencia. Aunque consultado por PERFIL, Daniel Ferreiro, vicepresidente de Chicago y uno de los laderos de Claudio Tapia, intentó despejar ese interrogante: “A nosotros, todo este lío no nos toca. Es el relato de una época en la que nosotros ni participábamos como dirigentes de AFA”.


Torneos busca lavar su imagen

Alejandro Burzaco es uno de los hombres emblemáticos de la corrupción sistémica que existía –o existe– en el fútbol internacional. Por eso, desde que estalló el Fifagate, Torneos está intentando sacarse el estigma de empresa corrupta. Para lograrlo, cambiaron su logo y hasta su nombre: lo que antes era Torneos y Competencias, ahora sólo es Torneos. El actual CEO, Ignacio Galarza, no quiso hablar esta semana con PERFIL. Ni él ni nadie de la empresa. En algún punto, es entendible: Torneos firmó un acuerdo mediante el cual la fiscalía deja de investigar las irregularidades del pasado, a cambio de que exista un cambio sustantivo en las formas de hacer de negocios. La designación de un oficial de cumplimiento de las normas fue en ese sentido. El garante de ese acuerdo con la Justicia de Estados Unidos es, justamente, Galarza. Motivo suficiente para cuidar las formas y las declaraciones.