Las buenas noticias atraen más nuevas noticias. Esa frase la puede describir este San Lorenzo, que todavía está disfrutando la Libertadores y se prepara para convertirse en el primer club del fútbol argentino en dejar sus cuentas en cero. Sí, en dos años dejó atrás una deuda de 270 millones de pesos y, tras sólo tres balances, el saldo no estará marcado con rojos. “Con una venta de cinco millones de dólares, estamos en cero en junio”, aseguran desde la dirigencia. Los éxitos por Boedo van más allá de que la pelota entre en el arco. La otra revolución azulgrana.
Plantel. Uno de los sellos de la dupla Matías Lammens-Marcelo Tinelli es que todos los jugadores pertenecen al club.
Por las oficinas azulgranas nada quieren saber con esos futbolistas cuyos pases se dividen entre varias partes, poco claras, porque saben que son las historias que no tienen final feliz. Tan previsores son en ese orden, que a sabiendas de que se iba el arquero Cristian Alvarez, quien acaba de firmar con el Rayo Vallecano, los dirigentes cerraron con Leonardo Franco antes del plazo que la FIFA les da a los clubes para incorporar en caso de jugar el Mundial de Clubes.
Socios. Explicar este fenómeno de resurrección de San Lorenzo sin indicar que el principal motor de esta recuperación es su masa societaria sería irreal. Porque los fríos números indican que 7.400.000 pesos son los que ingresan por mes gracias a la cuota que los hinchas pagan. Ese monto es el que le permitió al Ciclón armar la base del campeón de América y traer refuerzos de la talla de Pablo Barrientos. En las últimas semanas, y con la euforia de lograr su primera estrella en la Libertadores, el club debió cerrar la inscripción de socios porque se había alcanzado la capacidad. Ya hay 60 mil y al Nuevo Gasómetro sólo ingresan 42 mil.
Cuenta la leyenda que el famoso cuervomóvil nació en un asado como una idea y fue la piedra fundamental de este proceso de captación de socios. “Se tenía olvidada a la gente del interior y, con ese sistema, los hinchas de las provincias sintieron que eran parte del nuevo San Lorenzo”, cuenta Javier González, del Departamento de Socios. Las ideas del club para el futuro inmediato son ambiciosas. Apuntan a llegar a los 80 mil abonados y comenzar con el “socio adherente” para evitar complicaciones a la hora de ir al estadio. También se piensa en utilizar el ranking, ese que utiliza Boca y que les da puntos a los hinchas más fieles.
Al margen, hoy el cuervomóvil estará mostrando la copa en San Juan y Boedo, de 10 a 16.
Nueva camiseta. La entidad dejará de utilizar la indumentaria marca Lotto, su proveedor desde 2003, que pagó $ 4,6 millones en 2013 y 5,2 millones para ser proveedor del club en 2014. Usará Nike, y a pesar de que en el club no dieron cifras, los números serían parecidos a los de la marca italiana pero con mayores regalías y amistosos incluidos, para seguir agrandando las arcas.
La vuelta a Boedo. Todo se gestó con la Subcomisión del Hincha, que es la encargada de vender los metros cuadrados del nuevo estadio en avenida La Plata. Hasta el momento, según Marcelo Culotta, de dicha área, “se vendieron 21 mil metros y se recaudaron aproximadamente, entre lo que ya se abonó y lo que resta abonar, unos 60 millones de pesos”. “A Carrefour ya se le dieron 15 millones, se le darán diez más en breve y se espera que a fin de año se le entreguen diez más”, completa. Se calcula que el fideicomiso, al que le quedan por vender 15 mil metros, a razón de 2.880 pesos cada uno, recaudará 100 millones. Desde la Subcomisión del Hincha esperan que el supermercado empiece la obra de construcción este año ya que la idea es estrenar la nueva cancha a fines de 2015, y las obras para que Carrefour haga un supermercado doble al lado del estadio dura diez meses.
Todos van para el mismo lado. Ese es el secreto de un San Lorenzo que más que a los resultados deportivos apunta a los resultados sociales.