Agencias
Brasil y Holanda se cruzan en el Estadio Mané Garrincha, de Brasilia, en busca del premio consuelo en este Mundial: el tercer puesto. Brasil llega tras la goleada sufrida ante Alemania por 7-1 y sin su estrella Neymar, quien quedó fuera del Mundial por la grave lesión que sufrió en cuartos de final.
El histórico papelón que sufrió el organizador ante Alemania sacudió el fútbol brasileño. La prensa local no deja de hablar de la humillante derrota en su propia casa. Los debates sobre el futuro de la selección y del técnico Luiz Felipe Scolari están en boca de todos. Neymar, quien quedó a salvo porque estaba lesionado y sigue recuperándose de una fractura de vértebra, regresó a la concentración brasileña para saludar a sus compañeros y lanzar un mensaje de esperanza.
La estrella del Barcelona, de 22 años, aseguró que seguir llorando no va a solucionar nada. “Va a doler durante mucho tiempo, pero pasará. Haremos todo para devolver la alegría al pueblo brasileño”, dijo Neymar el jueves en conferencia de prensa. “Terminaremos el sábado con orgullo. Una derrota no nos debe hacer agachar la cabeza”.
Holanda, en cambio, llega a este encuentro después de haber perdido por penales la semifinal ante Argentina después del empate sin goles durante 120 minutos.
El técnico Louis van Gaal, que se despide de la selección naranja para hacerse cargo del Manchester United, dijo en un primer momento que el partido no tenía sentido, pero ayer barajó la posibilidad de un triunfo que deje al equipo invicto. “Va a ser mi último partido y espero que los jugadores tal vez me quieran regalar un triunfo y así salir del Mundial sin haber perdido un sólo partido”, explicó Van Gaal en conferencia de prensa. Y agregó: “Nunca ha habido una selección holandesa que haya regresado a casa invicta”.
Van Gaal, que ha usado a 22 de sus 23 convocados en el torneo, podría presentar una alineación completamente nueva sin sus mayores estrellas: Robben, Robin van Persie y Wesley Sneijder. El técnico evitó dar pistas a sus jugadores para combatir la lógica falta de presión tras el trago amargo de Argentina.
Este partido tiene un antecedente en Sudáfrica 2010: Holanda, que terminaría segundo, eliminó a Brasil en cuartos de final al superarlo por 2 a 1.