Si se quiere quedar, cuando nos pida un pantalón chupín de los que usa, le vamos a mandar una bombacha de gaucho”. Con esa frase, casi una declaración de guerra, un dirigente importante de la AFA le grafica a PERFIL cómo es el clima y la relación que existe hoy entre Claudio Tapia y Jorge Sampaoli. Y también –aunque a la distancia– entre Sampaoli y el Gobierno. Porque a pesar de que Mauricio Macri y Tapia se miran de reojo desde siempre, ahora existe un consenso, una causa que los une: en Viamonte 1366 y en la Casa Rosada le echan al técnico toda la culpa por la actuación de la Selección en Rusia.
Si bien en un primer momento, cuando la desgracia deportiva generaba una acumulación de impulsos y pensamientos desordenados, las críticas se repartían entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, a más de una semana de la eliminación de Argentina, el tiempo acomodó más o menos las cuestiones. El Gobierno –que está agobiado por temas más importantes y urgentes que el Mundial– dosificó su malestar con Tapia, influenciado por la caída pero sobre todo por su relación con Hugo Moyano; Daniel Angelici –que habla en nombre del Gobierno pero en realidad juega un partido propio– frenó sus sondeos desestabilizadores; y el presidente de la AFA liberó lo que durante 45 días se guardó para sus íntimos: está decidido a que Sampaoli no siga, pero no quiere pagar la fortuna que contempla el contrato. Si en Barcelona y en Bronnitsy Tapia definía al DT como “raro”, ahora, en Buenos Aires, lo define como “autoritario”. Por eso, en la reunión que mantendrán esta semana, Tapia le informará a Sampaoli que debe dejar de ser el entrenador del equipo nacional. Sampaoli, que le llevará un proyecto para Qatar 2022, sabe que convencerlo es casi imposible. “Y no es por el resultado deportivo, que quede claro. No sostuvo nunca lo que dijo. Se peleó con todo su cuerpo técnico, nos faltó el respeto y se creyó una vedette”, explican en el entorno del presidente de la AFA.
Golpes y golpeados. Como sucede siempre, en tiempos de turbulencias, algunos dirigentes aprovecharon para intentar escalar. Horas y días después de la derrota contra Francia, Angelici evaluó el escenario. Lo hizo con algunos llamados, a su manera, y como lo viene haciendo en otros ámbitos que implican más poder –y más riesgos–. Sin embargo, nada surtió efecto. La alianza que el presidente de Boca mantiene con los dirigentes del ascenso no tiene la misma fortaleza que hace un año, pero se sostiene, sobre todo, por conveniencia. “El Tano es el más político de los dirigentes de AFA, pero sabe que si rompe con nosotros, nosotros nos aliamos con D’Onofrio”, cuenta. El tablero de apoyos que recibe Tapia dentro de AFA hizo desistir a Angelici. También porque desde el otro costado futbolero que influye en Macri y en el Gobierno, el que lidera Fernando Marín, la postura era diferenciar a Tapia y Sampaoli. “Tapia no tiene la culpa de este fracaso deportivo. Creo que a su manera está reorganizando la AFA”, le dice a PERFIL el ex gerenciador de Racing que ahora coordina la candidatura de Argentina para organizar el Mundial 2030. Macri vio la eliminación de la Selección contra Francia con Marín, uno de los amigos que tiene desde antes de iniciar su carrera política.
Macri nunca quiso a Tapia. Fue el mismo Angelici quien lo convenció de que había que avalarlo, porque con o sin su apoyo, el yerno de Hugo Moyano ya tenía los votos para sentarse en el sillón de Julio Grondona. Ahora, con la rápida eliminación de la Selección, el plan de algunos era precipitar una ruptura. Pero al menos hasta ahora, lo que gana es la idea que motoriza Marín: no interferir en la gestión de Tapia, pero buscar un oponente bendecido por el Gobierno para que dispute su poder en el mediano plazo. Mientras tanto, en el cortísimo plazo, la gestión de Tapia tiene algo más importante: sacarse de encima a Sampaoli. Y prometen que no tendrán concesiones para eso: “Su ciclo está cumplido. Si quiere quedarse, sabrá que estamos enojados de verdad”.
Entre Casilda, Chile y la nada
Finalmente, y según había trascendido en las últimas horas del viernes 6, tras pasar poco menos de 24 horas en la casa de su hija Sabrina, en Casilda, Santa Fe, el sábado a primera hora, Jorge Sampaoli abandonó su ciudad natal, pero con destino incierto. Algunos vecinos afirmaron que “Jorge se fue a visitar a su novia (Paula Valenzuela) a Chile”, otros, en cambio, aseguran que “El Zurdo” les dijo que se volvía a Buenos Aires para terminar de ultimar los detalles de la reunión que el martes tendrá con el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. Después de ese encuentro, que definirá su futuro, el DT regresará a Casilda para tomarse vacaciones junto a su familia y sus amigos, que esta vez no pudo ver. “Estuvo recluido, elaborando el plan de trabajo que le va a presentar el martes al presidente de la AFA de cara a la próxima Copa América y al Mundial de Qatar 2022”, confió uno de ellos.