Lionel Messi tuvo un año muy particular. La mayor promesa del fútbol argentino en los tiempos post-Maradona alternó buenas y malas durante la temporada 2006: consagración con el Barcelona, debut oficial en un Mundial con la Selección, y un par de lesiones que lo marginaron algún tiempo de las canchas y no permitieron verlo en su mejor nivel. Por eso, la “Pulga” se siente en deuda, porque todavía no pudo explotar en la Selección que ahora dirige Alfio Basile.
“Siento que estoy en deuda con la Selección y con el ‘Coco’ en los últimos partidos”, afirmó Messi en una nota publicada hoy por el diario La Nación.
El juvenil delantero del Barcelona se mostró ansioso por volver a jugar con la camiseta celeste y blanca y demostrar todo lo que puede dar para su país. Dijo que se sintió muy cómodo dentro del esquema de Basile, aunque las cosas no le “salieron como esperaba” y que lo motiva mucho la idea de estar en la Copa América que se disputará a mitad de año en Venezuela.
Las lesiones fueron el principal motivo de desvelo de Messi durante 2006, tal vez porque, como él mismo dice “fueron extremadamente inoportunas”. La primera fue un desgarro unos meses antes del Mundial, que luego empeoró y le impidió llegar en las mejores condiciones físicas a la competición. La segunda, una rotura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo que todavía lo encuentra en fase de recuperación.
“Al principio cuesta asimilarlas y me brota el fastidio. Hay que saber sobreponerse a todo eso. Si Dios quiere a mitad de febrero voy a estar en condiciones de reaparecer”, afirmó la “Pulga”.
De acuerdo a lo planificado con los médicos del Barcelona, Messi se encuentra en nuestro país recuperándose de la lesión en el pie izquierdo. Mañana recibirá la visita de Juanjo Brau, kinesiólogo del club catalán, que viene especialmente para seguir de cerca su evolución.