Los futbolistas con traje es el retrato que marca la inminencia del Mundial. La foto oficial de la selección argentina para el álbum 2014 se sacó ayer, antes del entrenamiento de la tarde. A la mañana, los jugadores habían tenido descanso. En ese rato, hablaron por radio dos de los titulares: Sergio Romero y Fernando Gago.
Gago no suele hacer declaraciones polémicas, pero una lectura entrelíneas alcanza para entender cómo ponderó el liderazgo de Leo Messi, a quien también consideró el mejor jugador del mundo: “Messi es algo único. De la forma de jugar y de ser que tiene genera mucho”. En declaraciones a radio América, puntualizó: “Es el capitán, el que marca el rumbo de lo que es el grupo también”.
El volante de Boca debutará en un Mundial. Con Maradona estuvo en la lista de treinta preseleccionados, pero no llegó a Sudáfrica. Con la camiseta de la Selección ganó el Mundial sub 20, en Holanda 2005.
“Estamos bien; lógicamente, tenemos detalles que corregir. Hicimos un buen trabajo de preparación”, indicó. En cuanto al objetivo, fue claro: “La meta es jugar los siete partidos”. El mediocampista, que ante Trinidad y Tobago jugó el primer tiempo, destacó la idea de jugar de Sabella y cómo ese esquema mejoró a los futbolistas: “Se encontró una forma de jugar, y eso nos benefició a todos”. Sobre los rivales, destacó a Alemania, España y Brasil como “equipos muy importantes”.
Sobre si hoy ante Eslovenia se cuidarán pensando en el debut mundialista, dijo: “Inconscientemente, a todos nos pasa de cuidarnos de las lesiones. Un golpe o mal movimiento te puede dejar afuera del Mundial. Pero si lo jugás al 50% en vez de al 100%, puede ser peor”.
Romero, tranquilo. El arquero hizo foco en su escasa participación en el Mónaco: “A pesar de eso, nunca dudé de mi presencia en el Mundial. Sé lo que puedo dar y estoy muy tranquilo. Trabajé mucho y tengo respaldo del cuerpo técnico y los jugadores. Eso es una tranquilidad extra”, relativizó en Jogo bonito, de AM 1070. Sin embargo, apuntó contra los que lo criticaron por esa situación: “Hubo momentos donde me tuve que morder la lengua, no pensaba salir a responderle a nadie, pero me criticaban por no jugar, no por jugar mal”.
Diferente a lo que había sucedido en el Mundial anterior, donde Romero venía de ser titular en el AZ Alkmaar, de Holanda. Después, durante de la Copa disputada en Sudáfrica, jugó los cinco partidos y recibió seis goles.
Romero señaló ayer que éste “fue un año diferente” y que “no estaba acostumbrado a esperar” desde afuera. “Mi costumbre era jugar siempre. Ahora el ojo estuvo muy sobre mí y ya estoy curtido”, comentó.
Acerca del papel de la Argentina en Brasil, el arquero coincidió con lo que había expresado Javier Mascherano, el subcapitán: “El objetivo es estar entre los cuatro semifinalistas. Tenemos que volver a las primeras planas”, manifestó.
El día de la despedida
La Selección se despide hoy de su público en un partido que disputará ante Eslovenia, en el estadio Ciudad de La Plata. Del equipo titular de Alejandro Sabella, los únicos que estarían esta tarde desde el arranque son Sergio Romero, Federico Fernández, Marcos Rojo y Lionel Messi. El capitán argentino no discrimina partidos con la Selección, aun a riesgo de lesionarse en la previa del Mundial. La mayoría será resguardada y, a lo sumo, jugará algunos minutos.
El plantel viajará el lunes a Belo Horizonte, donde se alojará en Cidade do Galo, el búnker de Atlético Mineiro.
Antes de partir, la delegación argentina sería visitada por la presidenta Cristina Kirchner