Horas más tarde de su triunfo por puntos ante Martin Murray, el campeón mundial Sergio Martínez resaltó que “con una mano rota” retuvo el título mundial mediano CMB y su manager, el uruguayo Sampson Lewkowicz, anticipó que no volverá a pelear “al menos hasta el año próximo”.
“Es muy difícil presionar y atacar con una mano rota. Necesito un descanso, creo que me lo gané”, subrayó Maravilla, al acudir a la conferencia de prensa tras la pelea que le ganó por puntos en fallo unánime, aunque polémico.
Martínez apareció en la sala en forma sorpresiva y con la mano izquierda inmovilizada, inmediatamente después de que su representante anunciara que el campeon no iba a tomar contacto con los periodistas, dado que debía concurrir a un centro médico para someterse a estudios.
“Son gajes del oficio, pero acabo de vivir el mejor momento de mi vida“, enfatizó el campeón ante los hombres de prensa, en alusión a su lesión, pero también a la experiencia que le tocó vivir, respaldado por 40 mil compatriotas en las gradas del escenario de Vélez Sarsfield.
Más de diez años habían pasado desde que un Martínez por entonces conocido sólo por los fanáticos del boxeo se marchó del país para conquistar primero el mercado europeo y, finalmente, el estadounidense. “Me voy muy conforme. Le gané a un chico muy fuerte y retuve el título mundial con una mano. íHasta la victoria siempre”, se despidió el rey de los medianos.
Antes, cuando le tocó tomar la palabra, Lewkowicz había avisado que al campeón lo esperaba un prolongado descanso, el que inclusive tal vez se extienda hasta una última pelea grande, la que serviría para el adiós a la actividad.
“Recibió mucho castigo, está muy lastimado, casi deja su vida en el cuadrilátero por todos nosotros, brindándose con la mano izquierda fracturada completamente desde el segundo round”, argumentó el empresario.
Y fue preciso: “Ahora tiene treinta y ocho (de edad), no volverá a combatir este año desde ningún punto de vista y va a volver a pelear a los treinta y nueve. Quizá ése sea su último combate”.