White Planes - La velocista norteamericana Marion Jones reconoció este viernes ante la justicia haber mentido a agentes federales que investigaban si consumió esteroides antes de participar en los Juegos de Sydney-2000, donde ganó cinco medallas, al tiempo que anunció su retiro de las pistas.
Jones, de 31 años y sospechosa de dopaje desde hace varios años, dijo por primera vez haber utilizado el esteroide sintético THG, conocido como "el limpiador", entre septiembre de 2000 y julio de 2001, y producido en los laboratorios de la Bay Area Laboratory Cooperative (BALCO) de San Francisco.
"En septiembre de 2000, antes de los Juegos Olímpicos de Sydney, (el jamaiquino Trevor) Graham -su ex entrenador- comenzó a abastecerme de una sustancia que me dijo era una semilla de lino. Tomé esta sustancia hasta julio de 2001", le explicó Jones al juez durante la audiencia.
"En noviembre de 2003, comprendí que se trataba de productos dopantes", agregó. Al final de su comparecencia, Jones, acompañada de su madre, hizo una declaración breve a la prensa en la que evocó la "vergüenza" que siente después de haber negado en repetidas ocasiones haber consumido productos dopantes.
"Es con una gran vergüenza que antes ustedes deba decir que defraudé su confianza", señaló. "Dejo el atletismo que adoré profundamente", indicó. "Admití ser culpable de dos declaraciones falsas a agentes federales. Fue una tontería increíble hacer esto. Y soy plenamente responsable de mis acciones. Nadie más que yo tiene que censurar lo que hice", destacó, añadiendo que "fue grosero" lo que hizo.
Jones, reconocida por su talento en las pruebas de los 100 y 200 m planos, y en los relevos de 4x400 y 4x100 m, además del salto largo, se arriesga a una pena máxima de 5 años de cárcel y una multa de 250.000 dólares.
Antes de la audiencia el presidente del Comité Olímpico Australiano (CONA), John Coates, estimó que Jones debía devolver sus medallas si reconocía haberse dopado.
"Espero que le retiren las medallas", declaró Coates, sobre los cinco metales -tres de oro, dos de bronce- conquistados por la atleta estadounidense en Sydney.
"El daño hecho a las rivales de Marion Jones nunca será completamente reparado", opinó Coates. "Es decepcionante para todas las atletas que compitieron con ella. No creo que reconocer este hecho ahora repare la injusticia", apuntó.
La norteamericana, considerada como una de las grandes atletas de todos los tiempos, fue testigo ante un gran jurado en las investigaciones sobre el escándalo BALCO, que derivó en la condena de cinco hombres por producir y distribuir esteroides y sustancias dopantes ilegales.
El ex compañero sentimental de Jones y padre de su único hijo, el también ex velocista Tim Montgomery, fue uno de los primeros atletas en ser descubierto usando esta nueva droga, por lo que resultó sancionado y despojado de su récord mundial de los 100 m planos.
Pese a que siempre negó haber usado drogas para conseguir sus resultados deportivos, Jones nunca se libró de las sospechas de ser una tramposa.
En medio de acusaciones de dopaje se enfrentó a las eliminatorias estadounidenses para los Juegos Olímpicos de Atenas-2004, en las que no se pudo clasificar en ningún evento.
Su historia con Graham se inició en setiembre de 1997 cuando ganó dos de sus cuatro títulos mundiales en la cita de Atenas (100 y 4x100 m). En mayo de 1998, en China, alcanzó el segundo mejor tiempo de la historia en 100 m (10.71), detrás de su compatriota Florence Griffith-Joyner (10.49).
El 31 brincó 7,31 m para obtener el séptimo desempeño de todos los tiempos (actualmente el noveno) y en septiembre llegó al segundo mejor desempeño de la historia en los 200 m con un crono de 21.62.
El año 1999 pasó casi sin pena ni gloria pero en el 2000 Jones entró en la leyenda al ganar cinco medallas, entre las cuales tres de oro (100 m, 200 m y 4x400 m) en los Juegos Olímpicos de Sydney. En esos mismos Juegos, su ex esposo, el lanzador de peso JC Hunter dio positivo en el antidóping.