Con tan solo cuatro fechas disputadas del Clausura 2011, es prematuro para cualquiera, vanagloriarse con ostentar el título de puntero del campeonato, por supuesto. Pero, es cierto también, que van delineándose algunos perfiles de potenciales protagonistas del torneo.
Si River hubiese ganado, habría vuelto a ser único líder, algo que no sucede desde el Clausura 2008 en el que fue campeón por última vez. Por lo que mostró, hay que decir que no se la bancó. Como si inconcientemente precisara, en primer lugar, desentenderse de la lucha por la permanencia para recién ahí interesarse por pelear arriba. Su amnesia futbolística frente a Argentinos borró, por noventa minutos, todo lo bueno que hasta aquí había hecho.
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