Para algunos, y en excepcionales ocasiones, desear a la hermana de un compañero de juego puede traer suculentos réditos económicos. Es el caso puntual del futbolista italiano Marco Materazzi que, tras recibir el famoso cabezazo de Zinedine Zidane en la final de la Copa del Mundo, se convirtió en estrella publicitaria de Nike, una de las marcas más famosas del rubro deportivo.
En el aviso, al defensor le impactan diferentes objetos en el pecho –entre ellos un mazo, un auto y un jugador de fútbol americano– y el astro italiano queda ileso. Vaga diferencia con el episodio ocurrido en Alemania, que terminó con Materazzi tendido sobre el pasto.
Lo más llamativo fue que Materazzi, dueño de un perfil bajo en el ambiente, haya aceptado convertirse en la estrella publicitaria de una de las firmas más populares y repita frente a las cámaras el hecho que le valió la suspensión al francés.
Esta aparición publicitaria, que genera expectativas por demás, no es la única que el futbolista ha tenido desde que terminó el Mundial ya que ha sido uno de los principales atractivos de la campaña de promoción del abono del Inter en la prensa italiana.