Con un casi confirmado Lionel Messi en la cancha y en el que ya es un clásico del fútbol europeo, Barcelona enfrentará mañana al Chelsea de Inglaterra, buscando algo de revancha de la derrota sufrida en Inglaterra en la fecha pasada de la fase de grupos de la Liga de Campeones de Europa.
Luego de una leve lesión que obligó a Fran Rijkaard, el técnico del equipo catalán, a preservarlo durante el último partido de la liga española, Messi volvería para el trascendental partido ante el Chelsea. La “Pulga” viene siendo un factor importante para el Barcelona, e incluso fue la figura en la dura derrota en el último clásico frente al Real Madrid.
El Barsa afronta mañana un partido crucial para su futuro en la Liga de Campeones y deberá ganar si quiere seguir un camino exitoso hacia la defensa del título que consiguió en la edición pasada del torneo continental.
En la fecha pasada, los azulgranas visitaron justamente al Chelsea en Stamford Bridge, donde cayeron por 1-0 con un gol del marfileño Didier Drogba. Este resultado dejó al conjunto de Rijkaard en el segundo lugar de su grupo con cuatro puntos, los mismos que el Werder Bremen y cinco menos que su rival de mañana.
El partido es muy distinto para los londinenses. Un triunfo en el Nou Camp los clasificaría para los octavos de final, y podrían tomarse con mucha calma los dos partidos que faltan.
El Chelsea llega eufórico no sólo porque es líder en Europa y en su liga, sino porque hasta Barcelona viajaron dos de sus estrellas que estaban en duda: Andrei Shevchenko, que no jugó el sábado ante el Sheffield United por una lesión en un muslo, y el goleador Drogba, que se retiró en el entretiempo por un golpe.
En el otro partido del grupo A, el Werder Bremen está obligado a confirmar que puede estar en octavos de final de visita ante el equipo más débil del grupo, el Levski Sofía búlgaro, que aún no sumó puntos.