Un millar de policías participarán mañana del operativo de seguridad que se montará dentro y en un amplio radio del estadio Monumental para el partido entre River Plate y Newell's Old Boys, considerado de "alto riesgo", pendiente de la segunda fecha del torneo Apertura de fútbol.
A la secuencia violenta que vienen ejercitando los barra bravas de River en cercanías y lejanías de canchas, sea en días de partidos o en aquellos sin fútbol, se le agrega la rivalidad entre ambas hinchadas.
La estocada de barras riverplatenses a los de Newell's que encendió la mecha fueron los homicidios de los hinchas del conjunto rosarino Claudio Puchetta y Claudio Ponce, el 20 de abril de 2003, en el peaje Lima, de la ruta nacional 9.
El partido de mañana debía jugarse horas después de la muerte del barra brava de River Martín Gonzalo Acro, en medios de amenazas cruzadas por internet entre facciones de los Borrachos del Tablón, tal como se denomina el grupo más radicalizado de la hinchada "millonaria".
El juez Luis Rodríguez, a cargo del expediente por el homicidio de Acro, recomendó -no hubo orden- que aquel partido fuera postergado ante aquellas amenazas, por lo cual el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se curó en salud y suspendió el cotejo, pese a garantizar la seguridad.
Entre aquel día de la suspensión y mañana sólo pasó el tiempo, pero la barra de River sigue enfrentándose o bien, como ocurrió el miércoles en Parque Avellaneda, atacó a hinchas de Racing.
La muerte de Acro sigue sin detenidos, impune, al igual que la ya denominada "Batalla del hipermercado", en Vicente López. El ataque a los micros con hinchas de Racing en la autopista tampoco tiene detenidos.
Mil efectivos, entre los integrantes de varias comisarías, la Guardia de Infantería, división Montada y Perros, y Conducta Delictiva, estarán dentro y fuera del Monumental y prácticamente coparán el aledaño y coqueto Barrio River.
River mantendrá la nómina de 38 barras impedidos de ingresar por el derecho de admisión, entre ellos los líderes de las facciones, Alan y su hermano William Schlenker, quienes ya no van a la cancha, y Adrián Rousseau, quien suele hacerse ver en los alrededores con grupos, a los que encamina hacia el estadio y que desde el asesinato de Acro ocupan la franja central de la hinchada.
El operativo se pondrá en marcha a las 11, cuando también se instalarán vallas donde los hinchas deberán mostrar sus entradas y serán cacheados, según aseguran en la Federal.
Los locales ingresarán por Udaondo y los visitantes, por Lidoro Quinteros. Los vallados se extenderán hasta casi diez cuadras y estarán ubicados en Quinteros y Bavio, Libertador y Quinteros, Figueroa Alcorta y Quinteros, Udaondo y el Puente Labruna, Udaondo y Figueroa Alcorta, y Figueroa Alcorta y Valiente.
Fuente: DyN
