Nada mejor que un triunfo sólido, aunque sin sobrarle nada, para consolidar sus convicciones y esperar el choque con Boca de la próxima fecha. Le costó demasiado a Racing en el primer tiempo vulnerar a Aldosivi. Si bien asumió el protagonismo y dispuso de la pelota la mayor parte del tiempo, no encontraba los caminos por dónde vulnerar el esquema cerrado de un rival que escalonó las marcas, jugó corto entre líneas y cuando se vio desbordado no escatimó alguna que otra pierna fuerte para imponer rigor.
Racing fue muy previsible en la salida, sobre todo por los laterales, y buscó poco a quienes podían darle pausa y cambio de ritmo, como el chico Rojas, a priori el más indicado para abrir surcos en la cerrada defensa marplatense.
Así, la primera media hora fue un ir constante de los de Coudet, pero en el borde del área grande se desactivaban. En una de las escasas llegadas, un centro de Pillud fue despejado con los puños por Pocrnjic, y cinco minutos después un desborde de Rojas (en su única llegada a fondo) derivó en un centro que Cristaldo, con claro sentido de la anticipación, conectó anticipándose a Villalba para marcar el 1 a 0.
Nada distinto pasaba en los primeros minutos el complemento, cuando Racing, casi sin generarlo, se encontró con el 2 a 0 que le allanó el camino. Un córner desde la derecha dio en la mano de Gil Romero y Vigliano cobró penal que el propio Licha transformó en el 2-0. Fue el golpe de gracia para Aldosivi, que si bien no bajó los brazos nunca le encontró la vuelta al partido. La Academia descansó en la tranquilidad de una ventaja que lo hace llegar al choque con Boca con la frente alta.