Juega mal, es cierto. Tampoco luce. Crea pocas situaciones. Pero nadie puede discutir la solidez de Newell’s. Ayer quedó evidenciado otra vez: sin hacer demasiado, y con un latigazo de Ignacio Scocco, venció a Huracán en Parque de los Patricios y alcanzó en la punta del campeonato a Boca, que hoy enfrentará a Arsenal.
El equipo de Diego Osella nuevamente fue práctico y paciente para aprovechar su chance y llevarse tres puntos de oro del “Palacio” Tomás Adolfo Ducó. Huracán mostró voluntad y sacrificio pero poco juego, y sumó su sexto encuentro sin victorias, racha que intentará quebrar el miércoles por los 32avos de final de la Copa Argentina ante Defensores Unidos de Zárate.
El primer tiempo se jugó en medio de un clima caliente por los reclamos y las amenazas que bajaron desde la tribuna hacia el árbitro Héctor Paletta, después de una polémica jugada que terminó con Alejandro Romero Gamarra en el piso, dentro del área rosarina.
Se vio muy poco juego, con trámite parejo y un Huracán que tomaba la iniciativa, aunque con pocas luces en los metros finales frente a un Newell’s agazapado y dependiendo demasiado de alguna acción individual de Maximiliano Rodríguez.
A los 23 minutos el local contó con su mejor chance, con un pase filtrado de Romero Gamarra y una definición cruzada y apenas desviada de Norberto Briasco.
Sobre los 31 llegaría la polémica de la tarde: Romero Gamarra construyó una gran jugada por la derecha y cayó dentro del área tras un cruce de Sebastián Domínguez, levantando enérgicamente al público luego de que el árbitro Paletta le negara el penal.
El juez, con buen tino, decidió parar el juego en dos oportunidades porque desde las tribunas del Ducó bajó el cántico amenazante “vamos a matar a un referí”. Tras seis minutos de conversaciones con los capitanes de ambos equipos y con efectivos de seguridad, el juego se reanudó. Paletta se retiró al descanso ovacionado irónicamente por el público local.
En el complemento, cuando el partido era aburrido y el empate parecía inalterable, apareció Scocco y le dio el triunfo al conjunto rosarino. El delantero sacó un derechazo que se desvió en Martín Nervo y se metió al lado del palo izquierdo de Marcos Díaz. Después de eso, Newell’s aguantó la embestida del local (a los 42 estuvo cerca) y celebró un gran triunfo que alimenta su esperanza.