No hay caso. Quilmes no puede ganar en el torneo Clausura y parece casi condenado al descenso directo. Esta vez, el equipo de Caruso Lombardi le ganaba 2-1 a Arsenal en Sarandí y por fin gritaba victoria en el campeonato, pero apareció Luciano Leguizamón en el descuento, puso el empate y amargó al Cervecero.