Lo piden los hinchas, lo sabe la nueva dirigencia y lo demandan las conquistas del máximo rival durante los últimos años: Boca necesita ganar la Copa Libertadores. Y para eso, Juan Román Riquelme, ídolo máximo del club, ahora en su nueva versión como vicepresidente segundo y encargado del fútbol de este nuevo Boca, eligió como director técnico al último que trajo el ansiado trofeo al club de la Ribera: Miguel Angel Russo. “Ojalá me toque ganar la copa y festejar en La Bombonera”, se entusiasmó el nuevo entrenador el lunes pasado en la conferencia de prensa de presentación.
En diciembre de 2011, Riquelme dijo que cuando el club echó a Russo la vara quedó muy alta y que no tenía que haberse ido. Más de una década después, el propio Román enmienda el destino y trae al club al técnico que, como él mismo dijo, siempre quiso volver. El propio presidente del club, Jorge Amor Ameal, dijo que durante su anterior gestión (2008-2011) también quiso traerlo de vuelta.
Ahora, con el técnico definido y luego del acto de justicia, empieza un nuevo camino con una meta clara, y habrá que ver cómo le sienta a Riquelme este nuevo rol, donde pondrá en juego el inmenso cariño que le tienen los hinchas de Boca, sumergiéndose por primera vez en un cargo ejecutivo.
Objetivos claros. La nueva dirigencia de Boca intentará diferenciarse de la gestión anterior en dos planos, el político y el de los resultados futbolísticos. En lo político, en menos de un mes dieron varias muestras que buscan marcar distancia. Además de auditar y ajustar la situación económica heredada, se redujeron los precios del uso de las piletas para los socios y anunciaron que cambiará la relación con la prensa con el objetivo de igualar el trato hacia los medios masivos de comunicación y los partidarios.
En el plano futbolístico ya hubo varias modificaciones desde la base, con la renovación de los técnicos a cargo de las divisiones inferiores, todos con el ADN Boca Juniors, algunos ex compañeros de Riquelme y otros de generaciones anteriores.
Otra de las áreas a cargo de Román será el fútbol femenino. Boca es el equipo más ganador de la historia del fútbol de mujeres de Argentina y esta nueva dirigencia toma al equipo de Las Gladiadoras como punteras del primer torneo de la era semiprofesional de AFA, con 23 futbolistas con contratos que las reconocen como trabajadoras, pero con casi cinco años sin salir campeonas.
“La trascendencia que le puede dar Román al fútbol femenino es muy grande. Que alguien como él diga que el fútbol femenino tiene mucho crecimiento y que en Boca tiene mucho futuro es importante”, explica Paloma Aschieri, editora del portal Gladiadorasxeneizes.com.
Lo que viene. Ayer empezó formalmente la nueva era Riquelme con el inicio de la pretemporada del plantel de Boca, para la cual Russo convocó una nómina de treinta jugadores. Entre ellos hay un nombre del que se habló mucho y del que se seguirá hablando: Carlos Tevez. “Es jugador del club y con mucho respeto no juntaremos con él y empezaremos a hablar”, aclaró Russo.
Lo concreto es que el futuro de Tevez es una incógnita: su contrato dice que tiene vínculo con el club hasta mitad de año y que él puede rescindirlo a mediados de enero, si así lo quiere. Más allá de eso, el Apache se encargó de dejar en claro, antes de las elecciones, que quiere seguir en Boca.
Otro nombre fuerte de plantel que es una duda de cara al futuro es el italiano Daniele De Rossi. Pero más allá de los rumores, la prioridad del flamante DT, como lo ha sido siempre hasta ahora, es ver a los jugadores que tiene disponibles y hablar con ellos para después pensar en los puestos a reforzar.
Con respecto a los posibles refuerzos, como puede ser la llegada del delantero peruano Paolo Guerrero, Russo indicó ayer: “Estamos en un mercado de pases difícil, no vamos a traer por traer, tenemos que tener tiempo y calma para tomar la decisión y trataremos de achicar el margen de error y buscaremos lo mejor para Boca”.
“es un idolo, y valoro eso”
NA
El entrenador de Boca, Miguel Angel Russo, aseguró ayer que la situación de Carlos Tevez aún no está definida, dado que resta una charla individual con el Apache, pero aclaró que “es un ídolo del club y yo valoro eso”. “Siempre me he manejado de la misma manera, con respeto al jugador. Siempre, para lo que uno necesita, tiene que tener en cuenta primero al individuo y después al futbolista. No hemos tenido ni el tiempo ni la forma todavía, pero Tevez es jugador del club, es un ídolo y yo valoro eso”, expresó Russo en declaraciones a TyC Sports.
El entrenador comentó, además, que tampoco tuvo tiempo de mantener una conversación con el mediocampista italiano Daniele De Rossi, quien llegó con la conducción de Nicolás Burdisso como mánager y jugó pocos partidos en el semestre. “Son jugadores del club y tienen contrato. Hasta ahí estamos dentro de la normalidad. Después, si al momento en el que hablemos alguno manifiesta algo, se verá. Pero hoy son todos jugadores de Boca y arrancamos así”, explicó.