El vicepresidente de Boca Juniors, Pedro Pompilio, desinfló hoy las expectativas acerca de que se quede en el club Juan Román Riquelme al sostener que no hay cambios en la situación impuesta por el Villarreal y que sólo habrá que esperar una reunión entre el jugador y el club español.
"La situación al día de hoy es la misma que lo que venimos diciendo el presidente (Mauricio) Macri y yo", sostuvo Pompilio, con lo cual bajó los niveles de expectativa que habían surgido por la afirmación del dirigente Juan Carlos Crespi, quien aseguró que Riquelme "va a jugar en Boca".
Pompilio sostuvo que será el club español el que defina qué hará con Riquelme. "Hay que esperar que (Román) viaje a España y arregle la situación con Villarreal", señaló.
Villarreal ya le quitó la camiseta 8 al argentino, no obstante Pompilio se preguntó qué pasa si el club español habla y acuerda tenerlo entre sus filas.
Si bien la posibilidad clara es que no siga allá, igualmente Riquelme debe arreglar cómo transita los dos años de contrato que tiene con los españoles.
Una posibilidad es que Villarreal lo venda a otro club, la otra que presentó Pompilio es que arregle una cesión por un determinado período.
"Ahí sí habrá que ver", dijo, al referirse a una posible vuelta. Pero todo pasará cuando Riquelme esté en España y hable con los dirigentes, lo cual puede demorar entre dos y tres semanas.
Por la mañana, la situación fue otra ya que el directivo de Boca Juniors, Juan Carlos Crespi, aseguró que Riquelme continuaría en el club y que en los próximos días se presentaría un acuerdo entre la entidad xeneixe y el Villarreal.
Además trascendió que en principio, el nuevo vínculo se extendería hasta junio de 2008, aunque todavía no se conocían las cifras del nuevo contrato.
Según se había informado, el acuerdo lo habría alcanzado el presidente de Boca, Mauricio Macri, durante una reunión con dirigentes de Villarreal, con los que mantiene una buena relación por las diversas gestiones realizadas entre ambos clubes en los últimos años.
Sin embargo, el anuncio se habría dilatato porque Villarreal prefería esperar hasta que se cierre el libro de transferencias en España, ante la posibilidad de que surja una mejor oferta por el jugador de parte de algún club europeo dispuesto a adquirir la totalidad del pase.
La afirmación de Crespi contradice lo señalado hace días por Macri, quien había expresado que era " muy difícil, prácticamente imposible que venga".
Sin embargo, en febrero el mismo Macri se había expresado en términos similares, y pocos días después anunció la llegada a préstamo de Riquelme al equipo que dirige Miguel Angel Russo.
Fuente: DyN y AFP