El entrenador Peter de Villiers fue designado hoy a cargo del seleccionado sudafricano de rugby, con lo que se convirtió en el primer técnico de raza negra de los Springboks.
En Sudáfrica el rugby está dominado por deportistas de la elite blanca, que históricamente retuvo para sí el acceso a este deporte pese a que constituye sólo el 11 por ciento de la población del país.
"Hemos considerado el tema de la transformación racial en el rugby muy seriamente", afirmó el presidente de la unión sudafricana, Oregon Hoskins.
De Villiers, de 50 años, reemplazará en el cargo a Jake White, con quien el seleccionado sudafricano se consagró campeón en el campeonato Mundial de Francia 2007 contando con seis jugadores de raza negra. Entre ellos, el superveloz wing Brian Habana, premiado como el mejor rugbier del mundo el año pasado.
El reemplazado White era un crítico del sistema de cuotas raciales en la composición de los planteles de rugby, por el que se veía obligado a citar un mínimo de jugadores de raza negra.
Hoskins reconoció que para designar al nuevo entrenador se consideraron no sólo razones deportivas, sino también la necesidad de fomentar transformaciones raciales.
"Hemos considerado el tema de la transformación en el rugby. Quiero ser honesto con los sudafricanos y reconocer que el nombramiento no tuvo en cuenta únicamente cuestiones de rugby", explicó.
Un poco de historia
Cabe destacar que hasta 1995 el rugby era en Sudáfrica un deporte totalmente "de blancos", al que la mayoría de población ignoraba casi por completo. Fue entonces que los Springboks comenzaron a oficiar como un vehículo de gran importancia para la unión racial en su país, que al mismo tiempo cambiaba su himno y su bandera.
Concretamente, podría decirse que todo comenzó con un histórico encuentro entre el combinado sudafricano y los All Blacks en el Ellis Park de Johannesburgo, en el que Nelson Mandela, el gran líder negro que un año antes había sido electo presidente, lució la casaca verde de los recientes campeones mundiales.
También los propios Springboks, entre quienes sólo había un negro (Chester Williams) aportaron ese día lo suyo para que, por primera vez, el público festejara sin distinción de colores ni razas el triunfo que obtuvieron, al cantar el nuevo himno que el país recién empezaba a usar y en el que confluyen expresiones en inglés con otras en los dialectos Xhosa, Zulú, Sesotho y Afrikaans.
Fuente: Télam.