Que la gente crea porque tiene con qué creer. La frase le pertenece a Marcelo Gallardo y River y ya tiene varios años, pero bien podría aplicarse al Racing de Fernando Gago en esta Liga Profesional. Ayer, en el final de la fecha 25, la Academia se llevó un triunfazo frente a Colón en Santa Fe que le permite seguir soñando (y creyendo). Quedó a un punto del líder Boca con un partido más, y estiró a siete su racha de encuentros sin derrotas (con seis victorias y un empate). Fue 2-0 con goles en el complemento de Johan Carbonero, a los 20 minutos, y Enzo Copetti, a los 22. Si en la fecha pasada había asegurado su clasificación a la Libertadores 2023, en ésta, Racing demostró que posiblemente pelee hasta el final.
Los dirigidos por Fernando Gago se adueñaron rápidamente del primer tiempo, en el que tuvieron un vendaval de acciones interesantes que no supieron aprovechar por malas definiciones o por las buenas respuestas del arquero Ignacio Chicco. Sin embargo, con el correr de los minutos, Colón se acomodó, y si bien no fue punzante, le alcanzó para bloquear al rival y quitarle el protagonismo característico que ostenta en cada partido.
Si el juego se le había vuelto cuesta arriba a Racing, las cosas se complicaron aún más cuando Emiliano Vecchio se lesionó y debió salir del campo de juego, lo que lo llevó a su equipo irse al descanso sin aproximaciones.
En el complemento, el nivel del encuentro decayó aún más. El elenco local decidió no ser profundo, pero tampoco le propuso un juego sencillo a su rival que no logró romper con el bloque sabalero hasta los primeros 20 minutos. Cuando todo indicaba que Racing no se llevaría más que un punto de su visita en Santa Fe, Gonzalo Piovi metió un genial pase filtrado para Carbonero, que escapó a toda velocidad, encaró a Chicco y definió cruzado para abrir el marcador. Lejos de conformarse, en una ráfaga, la Academia extendió el resultado tras un córner de Matías Rojas, en el que Copetti apareció solo por el segundo palo para empujar el balón al fondo de la red y firmar el 2-0.
El encuentro se destrabó y se tornó de ida y vuelta, lo que generó que Carlos Alcaraz tuviera la ocasión de extender la ventaja, pero Chicco salvó, al igual que Gabriel Arias, quien le tapó una impresionante volea a Facundo Taborda y luego un mano a mano a “Wanchope” Ábila, para asegurar el triunfo de Racing que sueña con arrebatarle el campeonato a Boca. Porque lo último que se pierde es la esperanza.