San Lorenzo, que perdía por 3 a 0, consumó una épica reacción y logró anoche derrotar a Racing por 4 a 3 en el Nuevo Gasómetro, en uno de los partidos más emocionantes de los últimos tiempos. El equipo de Boedo se acercó así a la cima de la tabla y Ramón Díaz se mostró contento porque sus dirigidos demostraron "que el campeón no está muerto".
" Demostramos que el campeón no está muerto. Mejor que esto no se puede jugar", afirmó un Ramón Díaz exultante después del histórico triunfo ante la Academia.
Racing, que jugó más de un tiempo con un hombre menos -Gustavo Campagnuolo fue expulsado sobre el final del primer tiempo-, no logró mantener los tres goles de ventaja que llevaba por obra de Aureliano Torres, en contra de su valla, Erwin Avalos y Cristian Pellerano.
El último campeón del fútbol argentino, con dos goles de Andrés Silvera y otros dos de Bernardo Romeo, que ingresó para definir el partido, consiguió la victoria histórica en el minuto final del tiempo regular.
Racing sorprendió a San Lorenzo con una tempranera conquista. Al minuto, Pellerano ejecutó un tiro libre, lanzó la pelota al área y el paraguayo Aureliano Torres la envió en forma involuntaria dentro del arco.
El segundo gol fue producto de un grosero error de Sebastián Méndez. José Salcedo se llevó la pelota y habilitó a Avalos, que definió sin dificultades. San Lorenzo se desequilibró y Racing, inspirado en esa ráfaga, consiguió el tercer gol en media hora con un zapatazo de Pellerano desde la puerta del área.
En ese momento de zozobra, una acción individual restauró la confianza de San Lorenzo, que alcanzó el descuento con un remate cruzado de Silvera sobre el final del primer tiempo. El partido cobró mayor dramatismo con la posterior expulsión de Gustavo Campagnuolo, que derivó en la salida de Facundo Sava y cambió el curso del encuentro.
San Lorenzo metió presión en el inicio del complemento: Silvera, de cabeza, achicó la diferencia en el marcador luego de un centro lanzado por el recién ingresado Diego Rivero. El juego del equipo de Boedo ganó mayor consistencia en el mediocampo y cierta profundidad en ofensiva. Para Racing existió un sólo objetivo: defender.
Pero San Lorenzo perdió la prolijidad en sus embates y sufrió un golpe anímico cuando, a los 15 minutos, Gastón Fernández desperdició un tiro penal. Desde entonces prosiguió el dominio azulgrana, pero ya sin tanto orden. Los ingresos de Bernardo Romeo y Daniel Bilos fueron las cartas que se jugó Ramón Díaz para evitar la derrota.
Romeo, precisamente, fue un factor determinante en la victoria. A los 41 mandó de cabeza a la red un centro de Jonathan Bottinelli y a los 45 volvió a convertir después de un error de Gustavo Cabral en defensa.
Fue un final épico para un partido vibrante, que restauró las expectativas de San Lorenzo en el campeonato y depositó a Racing en zona de Promoción.
Fuente: Télam