Lanús se conformó esta noche con ganarle apenas 1-0 en su estadio a un River Plate que tiene problemas crónicos en todas sus líneas, por lo que marcha cerca del fondo en la tabla del Clausura y carga para la próxima temporada con un promedio alarmante.
El gol del ascendente Lanús lo convirtió el talentoso Sebastián Blanco, a los 40 minutos del primer tiempo. De esta forma, además, el club "granate" extendió su paternidad sobre un River al que viene ganándole muy seguido desde que volviera a Primera en 1992.
El equipo de Luis Zubeldía está dando síntomas de recuperación y ya se reacomodó en el octavo puesto de la competencia doméstica, mientras se aferra a la última posibilidad que le queda para intentar acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
En cambio, en el River de Leonardo Astrada sigue sin rescatarse ni una mínima mejoría, tanto es así que carece de seguridad en la retaguardia, de equilibrio y creatividad en el medio y de peligrosidad arriba.
Esta versión de los millonarios es tan impotente que soporta 284 minutos sin celebrar un gol, ya que el más próximo se lo marcó a Huracán en el minuto 31 de la novena fecha, y ya acaba de concluir la duodécima. Se trató de una primera mitad en la que los dirigidos por Zubeldía tuvieron el dominio total de las acciones y hasta pudieron haber sacado una ventaja cómoda, aunque todo concluyó 1-0.
Agustín Pelletieri dominó la zona central y recuperó la pelota para que la aprovechen por las bandas Marcos Aguirre, por derecha, y Blanco, por izquierda, quienes le crearon innumerables problemas a la zona defensiva de River, que perdió en forma contínua. Es más, pareció hasta un milagro que el tanteador demorara en abrirse.
Para mayor complcación, en el visitante ni Matías Almeyda ni su tocayo Abelairas hicieron pie en el mediocampo. A ambos se los vio imprecisos y con la pérdida del esférico le facilitaron los ataques al adversario.
En River sólo se salvaron del bajo rendimiento los juvenies Facundo Affranchino y Roberto Pereyra, quienes intentaron darle juego a Mauro Rosales y Rogelio Funes Mori, delanteros que de todos modos quedaron aislados.
Antes del cuarto de hora el granate ya dispuso de tres chances, dos por intermedio de Leandro Díaz, una de ellas en posición adelantada, y la otra valiéndose del paraguayo Santiago Salcedo.
Como consecuencia de ese buen juego de Lanús, en contraste por lo que mostraron los de la banda roja, los cuatro mil simpatizantes de River comenzaron a reclamar una mayor actitud de sus jugadores, y hasta con sus cantos los amenazaron.
El gol se concretó en el minuto 40, cuando Aguirre mandó un centro pasado desde la derecha y Blanco cabeceó de pique al suelo. Primero Daniel Vega dio un rebote, pero el enganche estuvo atento, insistió y puso el 1-0 entre el arquero y el primer poste, el derecho.
En la segunda etapa el local prefirió especular a la espera de que un nuevo error del oponente le permitiera consolidar el triunfo. River por lo menos mostró voluntad y al inquieto Daniel Villalva, quien ingresó en reemplazo de un Abelairas de producción intrascendente. Pero Lanús se impuso porque lo merecía y River sumó una nueva causa para el insomnio.
Síntesis:
Lanús: Agustín Marchesín; Carlos Arce, Santiago Hoyos, Jadson Viera, Maximiliano Velázquez; Marcos Aguirre, Agustín Pelletieri, Guido Pizarro, Sebastián Blanco; Leandro Díaz y Santiago Salcedo. Director técnico: Luis Zubeldía.
River: Mario Daniel Vega; Paulo Ferrari, Alexis Ferrero, Gustavo Cabral, Juan Manuel Díaz; Facundo Affranchino, Matías Almeyda, Matías Abelairas, Roberto Pereyra; Mauro Rosales y Rogelio Funes Mori. Director técnico: Leonardo Astrada.
Gol: En el primer tiempo, a los 40 minutos, Blanco (L).
Cambios: En el reinicio, Daniel Villalva por Abelairas (R); 17m, Rodrigo Rojas por Pereyra (R); 26m, Eduardo Ledesma por Aguirre (L); 28m, Gustavo Canales por Affranchino; 37m, Matías Fritzler por Salcedo (L); 39m, Diego Lagos por Blanco (L).
Estadio: Néstor Díaz Pérez (de Lanús).
Arbitro: Pablo Lunati.
Fuente: DyN.