Río de Janeiro - Romario, el veterano delantero del Vasco da Gama carioca, fracasó nuevamente ayer en su objetivo de alcanzar el gol número 1000 de su carrera. Encima, su equipo quedó eliminado de la final del torneo de Rió de Janeiro en el electrizante clásico ante Botafogo, que terminó 4-4 y se definió por penales.
Por tercera vez consecutiva este mes en el mítico estadio Maracaná, Romario no consiguió vulnerar el arco del "Fogao" para alcanzar la marca durante los 90 minutos de un partido con ocho tantos de jugadores distintos. Así, el brasileño se mantiene con 999 tantos, según cálculos de su club y allegados.
Luego del empate 4-4, el ídolo brasileño -campeón del mundo en 1994- asistió impávido a la definición por penales, que culminó 4-1 con clasificación rival. Rosario no pateó ningún penal porque terminó el partido con dolores en una pierna.
Las chances para el jugador de 41 años fueron pocas, y ahora tendrá que esperar un mes para buscar la marca, momento en que comience el Campeonato Brasileño. Y no pierde las esperanzas: "El sueño nunca muere", declaró el jugador cuando abandonaba el campo rodeado de gran cantidad de periodistas y fotógrafos.