El Dakar ya no es lo que era. La imagen impoluta con que abandonó Buenos Aires deja ver ahora varias fisuras. Especialmente, tras el accidente que este jueves el español Carlos Sainz sufrió con su Volkswagen cuando era cómodo líder en autos del Rally, que lo obligó a abandonar la competencia en pleno transcurso de la 12º etapa.
De acuerdo con las primeras informaciones entregadas por los comisarios de la prueba, Sainz habría volcado por un barranco de cerca de cuatro metros cuando transitaba en un trayecto fuera de ruta por el km 79 de la especial de 253 entre Fiambalá y La Rioja (518 km).
Según indicó la organización en su sitio de Internet, el español, quien no sufrió lesiones, y su copiloto, el francés Michel Perin, con heridas en el hombro derecho, fueron evacuados del lugar del siniestro en helicóptero a la zona de asistencia en Fiambalá.
Tras el vuelco, Perin contó con furia que el accidente se debió a a una mala mala indicación en el libro de ruta; es decir, por una falla en las indicaciones de los organizadores. Concretamente, se refirió a que el lugar donde volcaron "debió haber sido señalado como extremadamente peligroso", y no simplemente como "peligroso".
Lejos de algo aislado, esa queja es apenas un reflejo del muy tenso clima que se vive entre participantes y organizadores. Y así lo refleja claramente el blog del Rally de Perfil.com, que expone una por una las muchas acusaciones cruzadas que sobrevuelan la competencia por cambios repentinos que afectan a unos y favorecen a otros.
En el inicio de la duodécima etapa, Sainz aventajaba en la general a su compañero de equipo, el estadounidense Marco Milller, en 27 minutos 31 segundos (27:31), y al tercer Volkswagen, del sudafricano Giniel De Villiers, en 41:13.
Finalmente, la 12ª etapa fue ganada por De Villiers con 4 horas, 6 minutos y 43 segundos. Segundo se ubicó Miller, a 16 minutos y 17 segundos. En la general, De Villiers también es líder con 43 horas, 46 minutos y 58 segundos, seguido a tan solo 2 minutos y 35 segundos por Miller y luego, a 1 hora, 18 minutos y 52 segundos, por el estadounidense Robby Gordon.
El abandono de Sainz es el segundo de un líder de la clasificación general en autos del rally que de disputa por primera vez en territorio sudamericano. Previamente, al cabo de la sexta fracción, entre las poblaciones argentinas de San Rafael y Mendoza, el qatarí Nasser Al Attiyah (BMW), entonces líder, fue expulsado de la competencia al eludir varios puntos obligatorios de cronometraje.
Sainz, doble campeón mundial de rally (WRC), participaba en su tercer Dakar. Su mejor clasificación había sido una novena plaza en 2007. En esta ocasión parecía imparable hacia el triunfo final en Buenos Aires, el sábado, particularmente después de la exclusión de Al Attiyah y a seis victorias de etapas, cuatro en forma consecutiva.