¿Cómo se puede definir un partido así...? Uno de los más espectaculares, uno de los más dramáticos, el peor fracaso anímico de River, la mayor hazaña de la historia azulgrana... Se lo recordará, quizás, como la noche en que Ramón Díaz y D'Alessandro gritaron goles contra "su" club (tal vez hipotecando sus regresos de por vida)... Habrá mil formas de hablar de lo que ocurrió esta noche en el Monumental y todas serán justas, maravillosamente justas.
San Lorenzo le empató 2-2 a River, clasificó a los cuartos de final de la Copa Santander Libertadores.Pero lo heroico, lo maravilloso, lo que hinchas azulgranas recordarán por generaciones, fue que lo consiguieron con dos jugadores menos, con dos expulsados. Y perdían 2-0 cuando ya tenía esos dos expulsados.
El Monumental, petrificado, sufrió una de las mayores humillaciones que recuerde. Y fue a días de haber caído ante Boca. Tal vez nunca Simeone nunca pueda superar esta cachetada brutal de Ramón, y justo en el ese flanco que más les duele a los hinchas millonarios, el internacional, el mismo donde las hazañas de Boca duelen más.
La noche empezó a todo River, Abelairas de tiro libre abrió la cuenta enseguida, le anularon mal un gol a Abreu y cuando lo echaron a Rivero por doble amarilla la historia parecía escrita. Es más, apenas empezado el segundo tiempo, Botinelli le había ganado una pelota a Falcao y cometió la estupidez de meter un codazo descalificador. Pezzota lo echó y dio el penal lógico, que Abreu convirtió el segundo. Ahí sí los hinchas de River pensaron que la clasificación estaba en el bolso. Se divertían insultando a D'Alessandro cada vez que entraba en juego.
Simeone hizo lo que mandaban los libros, con dos jugadores más mandó a la cancha a Rosales, para herir por las puntas. ¿Qué pasó, por qué River se cayó de esa manera... ? Es inexplicable. San Lorenzo fue, perdido por perdido, para adelante.
"La verdad, pensé que estábamos muertos, no podíamos más", reconoció un extenuado Bergessio ante las cámaras de Fox. La gente cuerva en su bandeja gritaba, pero tenía la misma sensación. Es que era imposible anticipar que la noche terminaría con River eliminado.
Pero tiene "algo" este San Lorenzo de Ramón. Los duendes que acompañan al riojano desde siempre fabricaron una chance por izquierda para Bergessio y "Lavandina" la puso en el segundo palo, lejos de Carrizo. A los hinchas de River, en ese mismo instante, les debe haber corrido hielo por la espalda. Simeone pateaba, gritaba enloquecido porque sabía que una puñalada esta noche sería intolerable para el futuro que soñaba con escribir en Núñez. Aguilar debe haber pensado lo mismo: "Si nos eliminan nos matan a todos...".
Y vino un corner unos minutos más tarde, llegaban tres jugadores de River, pero Bergessio se tiró hacía adelante -en dirección al banderín del corner- y alcanzó a peinarla. La pelota pasó entre algunas piernas, los dedos de Carrizo la buscaron desesperadamente en el aire y siguió picando, una, dos veces, hasta pegar contra esa red blanca y millonaria.
Allí mismo, la historia estaba escrita. A River ese grito de "gallinas" que bajaba desde la bandeja cuerva lo petrificó, los jugadores se pasaban una pelota que quemaba, si hasta Carrizo en un pase atrás de Ahumada quiso parar la pelota y se le escurrió por debajo del botín y terminó pegando en el palo. El Evangelio según San Lorenzo tiene dos "mandamientos: son eternos padres de Boca y viejos hijos de River.
Pero esta hazaña, este milagro futbolístico que protagonizaron esta noche en el Monumental, repara heridas sufridas por hinchas azulgranas en décadas. Fue un partido extraordinario, inolvidable, maravilloso, unos lo festejarán y otros no deben querer ni pensar en mañana (sobre todo Aguilar y Simeone), pero esto es el fútbol. Por suerte.
La siguiente es la síntesis del inolvidable empate del Monumental:
River: Juan Pablo Carrizo; Paulo Ferrari, Gustavo Cabral, Eduardo Tuzzio, Crisitan Villagra; Augusto Fernández, Oscar Ahumada, Matías Abelairas; Diego Buonanotte; Radamel Falcao García y Sebastián Abreu. Director técnico: Diego Simeone.
San Lorenzo: Agustín Orion; Adrián González, Sebastián Méndez, Jonathan Bottinelli, Diego Placente; Diego Rivero, Juan Manuel Torres, Walter Acevedo, Andrés D'Alessandro; Gonzalo Bergessio y Néstor Andrés Silvera. Director técnico: Ramón Díaz.
Gol en el primer tiempo: a los 11, Abelairas (R).
Goles en el segundo tiempo: a los 16, Abreu (R) de penal y a los 24 y 27, Bergessio (SL).
Cambios en el segundo tiempo: en la reanudación del juego, Gastón Aguirre (SL) por Méndez; a los 18, Mauro Rosales (R) por Fernández; a los 19, Pablo Alvarado (SL) por Acevedo; a los 28, Alexis Sánchez (R) por Villagra; a los 33, Santiago Hirsig (SL) por Silvera.
Incidencia en el primer tiempo: a los 41, expulsado Rivero (SL).
Incidencias en el segundo tiempo: expulsados; a los 13, Bottinelli (SL); y a los 46, Tuzzio (R).
Arbitro: Sergio Pezzotta.
Cancha: River Plate