En su viaje a La Plata, San Lorenzo pareciera haberle dicho adiós al Apertura. Sin atenuantes los de Ruggeri cayeron 3-2 con Gimnasia, en el inicio de la décima fecha. De esta forma, los de Boedo acumulan su tercera derrota consecutiva.
Después del último amistoso que jugaron en el estadio único -donde los jugadores de San Lorenzo se agarraron a golpes de puño con integrantes de la barra brava del lobo-, se esperaba un partido con pierna fuerte.
Agarrones, patadas y protestas era el tópico de un partido que a la media hora ya tenía dos amonestados por equipo. Las perspectivas de un encuentro áspero, por el momento, no fallaban.
Sin embargo siempre está el jugador distinto, aquel que intenta poner una luz de fútbol en la oscuridad de la impotencia.
Mientras que por los de Boedo Ezequiel Lavezzi intentaba, Roberto Cornejo, por los del lobo, capitalizaba, para convertir a los de La Plata en dominadores del partido.
Y llegó el primer gol. A los 16 minutos un tiro de esquina desde la izquierda para los locales, fue aprovechado por el uruguayo Santiago Silva, que solo en el área conectó un frentazo a contrapié de Sebastián Saja, que lo dejó sin chance de reacción: 1-0 para el lobo.
De manera inmediata, a los 20 minutos tras otro córner, Pablo Alvarado agarró del brazo a Marcelo Goux. El árbitro Gabriél Favale no dudó: penal para Gimnasia. Cornejo, fue el encargado del tiro desde el punto penal, que tradujo en gol con un fuerte remate a la derecha del “Chino”, que eligió el otro palo. Los de Pedro Troglio estiraban la diferencia.
En la segunda etapa el encuentro se hizo más abierto. Lo dirigidos por Oscar Ruggeri fueron con todo por el descuento.
Y a los 6 minutos, cuando parecía que Gimnasia podía detener el aluvión visitante, el goleador Andrés Silvera convirtió, de volea, un precioso tanto que le devolvía las esperanzas al combinado del “Cabezón”.
Sin embargo, a pesar de que Ruggeri mandó a la cancha al peruano delantero Roberto Giménez, fue el lobo que el que metió la cola... otra vez.
Primero, a los 21 minutos Silva pudo liquidarlo, pero el excelso arquero de San Lorenzo lo evitó, luego, cuando quedaban nueve minutos para que finalice el encuentro, en una nueva contra, el número 16 Nicolás Cabrera desbordó por la derecha y envió un centro, que el goleador uruguayo impacto de palomita. Ahora sí se baja la persiana: 3-1.
El descuento sobre la hora de Diego Ribero fue anecdótico. De esta manera San Lorenzo sigue estático con 16 puntos, cada vez más distante de la pelea por el título, mientras que Gimnasia se recupera y alcanza las 13 unidades.