Cuando parecía que Vélez se llevaría tres puntos valiosos de San Juan, San Martín, en otra prueba de lo bien que funciona su corazón, le dio vuelta el partido sobre la hora para sellar un 3-2 agónico. El epílogo resultó vibrante porque el local caía 2-1, pero en tiempo de descuento igualó Luis Tonelotto y en el minuto 49 quien desniveló fue Nicolás Herrera, para que los conducidos por Quiroz festejaron a lo grande. Los otros goles también habían formado parte del segundo período y los autores fueron el uruguayo Santiago Silva (a los 20 para Vélez), Sebastián Brusco (a los 24 empató de penal) y Gustavo Balvorín (a los 30, también desde los doce pasos).
Con este resultado al equipo de Ricardo La Volpe se le complicó en demasía el camino en procura del título en este torneo Apertura, mientras San Martín dejó la zona de descenso directo. Ese lugar tan desagradable y comprometido quedó, de momento, para Newell´s.
Desde el comienzo Vélez ahogó a San Martín y Silva tuvo dos oportunidades para convertir, pero se vio impedido de definir con comodidad.
Con una productiva salida de Ríos Vélez se apoderó del mediocampo y fue acumulando situaciones favorables, pero Gustavo Zapata primero y Boalvorín después fallaron en el remate decisivo.
En el comienzo del segundo tiempo las escenas fueron parecidas, porque Vélez era el más claro y a los 20 minutos , tras un desborde y centro de Sergio Sena, apareció Silva para empujar la pelota hacia la red. San Martín salió a buscar el empate y lo consiguió de penal por intermedio de Brusco, a los 25 minutos. En la jugada siguiente, Silva se fue expulsado por golpear a César Monasterio.
Sin embargo, Vélez continuó jugando mejor que San Martín y, a los 28, cuando Balvorín se acomodaba para pegarle a la pelota fue tocado dentro del área y el árbitro Néstor Pitana cobró penal. El mismo delantero marcó el segundo gol también desde los doce pasos.
Después Vélez se replegó y San Martín a los tumbos se fue en búsqueda primero del empate y luego de la hazaña deportiva. El final, lógicamente, derivó en la fiesta de los verdinegros y en el inmenso dolor de los fortineros.
Fuente: DyN