A pocas horas de la visita que tres jugadores de Boca hicieron a los barrabravas del club presos en el penal de Ezeiza, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Alberto Iribarne, decidió tomar cartas en el asunto e instruyó al director nacional de Servicios Penitenciarios, Hugo Ramón Sosa, para que inicie los correspondientes sumarios por irregularidades y separe al personal responsable de lo que constituyó una flamante violación a los reglamentos carcelarios.
Cabe recordar que los presos sólo pueden recibir visitas los martes y los sábados, pero en este caso se gestionó previamente un “permiso especial” para que el encuentro, que duró casi 40 minutos, pasara desapercibido. Esa intención, sin embargo, cayó rápidamente en saco roto al ser difundida ampliamente la visita, que el diario deportivo Olé denunció en la tapa de su edición de este jueves. Por ello, el titular de Justicia no tuvo otra alternativa que intervenir para castigar a los responsables.
Los jugadores boquenses que protagonizaron la polémica visita fueron el arquero Pablo Migliore y los delanteros Martín Palermo y Rodrigo Palacio, quienes, según informó Olé, entregaron ropa y calzado deportivo al ex líder de "La Doce", Rafael Di Zeo, y a los otros cinco barrabravas de Boca que cumplen condenas de más de tres años y medio de prisión por un feroz ataque a hinchas de Chacarita Juniors producido el 3 de marzo de 1999.