Nadie ganó tantos títulos como él –se coronó siete veces campeón del mundo-, ni ostenta tantos récords, incluidos 91 triunfos, 68 poles y 154 podios. Nadie osó tampoco, hasta ahora en la F1, animarse a volver después de tres años de ausencia –no participó en 2007, 2008 y 2009-, corriendo el riesgo de opacar, con mediocres resultados, el mágico recuerdo que albergaba el imaginario colectivo deportivo en el mundo entero.