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Señales positivas

La vuelta de Agüero al gol y su influencia en el ataque. el debut de Pavon, que incluyo una asistencia y hasta el elogio de Messi. El sistema defensivo funciono perfecto.

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Abrazo de socios. Messi abraza y festeja junto a Pavón, que le sirvió el gol a Agüero en el final del partido contra los rusos. | AFP
 Pasó la angustia. El temor. La presión desmesurada. Y ahora, como después de cada pesadilla, comienza el desahogo. La certeza de saber que lo peor quedó atrás: que todo lo que viene tiene que ser más gratificante. La Selección entró en esa instancia: después de un sufrimiento de varios meses, de haber quedado en la cornisa de la historia, ayer contra Rusia inició su camino de liberación hacia el Mundial. Y en ese camino encontró algunas buenas señales para pensar en lo que viene.

1 La vuelta. Los goles siempre reconfortan. Y si el que los hace es uno de los acusados de la falta de gol crónica de esta Selección, al menos sirve para empezar a diluir ese estigma. Agüero no hacía un gol con la Selección desde junio de 2016, en el 5-0 contra Panamá por la Copa América. Lleva once años consecutivos haciendo goles con Argentina: desde 2007 hasta el grito en Moscú, con el que igualó a Hernán Crespo en la tabla de goleadores históricos. Pero más allá de la estadística, lo positivo es que ayer Agüero se reencontró con parte del repertorio que en la Selección había perdido: por momentos se asoció con Messi, le dio una asistencia exquisita en el segundo tiempo y pudo haber convertido un golazo de volea: la atajada fabulosa del arquero Igor Akinfeev se lo impidió.  

2   La novedad. Primero vino el debut, después la asistencia a Agüero y más tarde, el mejor regalo: la selfie junto a Messi en el vestuario del estadio y la frase del Lionel sobre su juego: “En el sistema con el que decide jugar el técnico, Pavón puede ser un jugador muy importante para la Selección por las características que tiene. No solo es rapidísimo, sino que decide bien, como demostró en el gol del Kun cuando le da el pase atrás”, analizó la Pulga. Si Pavón había entrado en el radar del cuerpo técnico por sus buenas actuaciones y desbordes por los costados en Boca, el triunfo contra Rusia le dio un plus: puede ser un potencial socio de Messi y de los atacantes que elija Sampaoli de aquí al Mundial.

3  La solidez. Se habló mucho de la delantera, de la Messidependencia, de que Agüero e Higuaín no hacían goles, de que cuando juegan en sus equipos hacen todo lo contrario a lo que hacen en la Selección, de que incluso Dybala se había contagiado de ese mal. Pero ahora podría empezar a hablarse en sentido inverso: no del ataque sino de la defensa. Con Nicolás Otamendi y Javier Mascherano como bastiones, el sistema defensivo funcionó a la perfección: marcó lejos del arco de Romero y no pasó casi ninguna zozobra. De hecho, cada vez que provocó algún riesgo, Rusia debió recurrir a los tiros de larga o media distancia. Al buen funcionamiento abajo, Otamendi le sumó presencia arriba: casi convierte de cabeza y de chilena. “La idea de Jorge (Sampaoli) se está notando adentro del campo”, dijo Otamendi. La estrategia obliga al arquero a jugar también en una posición de líbero bis, algo que a veces costará más de un susto: lo fuerte de Romero no son sus pies.