Elemento disolvente: eso es lo que sería Ariel Ortega para el DT de River, Diego Simeone, quien, acaso celoso por el respaldo que el público riverplatense brindó al Burrito ayer durante el partido contra Gimnasia en el Monumental, habría ya anticipado al presidente del club su decisión de no tener en cuenta al delantero para el próximo campeonato.
De esta manera, la dura eliminación de la Copa LIbertadores sufrida por la institución millonaria a manos de San Lorenzo estaría a un paso de cobrarse su primera víctima, ya que las autoridades riverplatenses verían también con agrado que el jujeño busque nuevos rumbos.
Simeone tendría ya resuelta la desafectación de Ortega desde el último incidente que el jugador protagonizó debido a su adicción al alcohol, por el que inicialmente lo marginó completamente del equipo. Unas semanas después, volvió a disponer de él para algunos encuentros, pero sólo esporádicamente y ya sin brindarle la confianza de antes.
En el partido ante San Lorenzo que marcó la penosa eliminación de River en el Monumental, de hecho, el Burrito no jugó ni siquiera un minuto, lo que algunos atribuyen a una nueva manifestación de su problema de alcoholismo que habría tenido lugar apenas dos días antes de ese encuentro.
La cuestión es que, cansado de los desplantes del delantero de quien fuera compañero en la Selección, Simeone prefirió dejarlo viendo desde el banco todo el partido frente a los de Boedo. Por ello, una vez consumada la salida de River de la Copa no extrañó a muchos que el DT manifestara al presidente Aguilar su firme decisión de prescindir de Ortega. Inclusive, después de la ovación que el jujeño recibió ayer en el Monumental. O tal vez precisamente por eso.